Kampf der liebe

Capitulo 15

Narra Regina:

Había estado muy al pendiente de Bill, necesitaba que se recuperara para poder verlo y decirle todo.
No podía dejar pasar otro problema causado por mi hermana Allison.

—¿Y qué pasó con la consulta psicológica?, ¿Cómo le fue?—

—La consulta psicológica fue muy buena. El psicólogo dice que Bill no presenta ningún problema psicológico por lo que pasó. No necesita seguir ninguna terapia ni tratamiento psicológico adicional.— Me alegré por las palabras del doctor que atendía a Bill.

—Me alegra mucho saber eso. ¿Puedo verlo ahora?, ¿Y cuándo puede salir de aquí?—

—Claro, puedes verlo. Está en su habitación. Se puede dar de alta en unas horas más, siempre y cuando siga estando estable.—

—Perfecto.Voy a verlo y esperaré a que se dé de alta para llevarlo a casa. Gracias por todo.—

Se retiró el doctor y por fin pude ver a Bill.

Toqué la puerta y entré a la habitación dónde estaba Bill.

—Bill, hola...— Traté de ocultar mi horror por ver la cara de Bill.

—¿Dónde está Allison?— Su voz de desesperación.

—Tranquilo, ella está... Ocupada. Pronto vendrá. ¿Cómo te sientes?—

—Mal. Muy mal, no sé que pensé al ir a ese lugar... Lis me había advertido de cómo me podía ir si venía a estos lugares...—

Me quedé callada. No sabía que responder, en parte Allison le dijo la verdad al menos en algo importante.

—...Mira cómo te dejaron, Bill... Me acerqué y miré más de cerca sus moretones en el rostro.—

La cara de Bill parecía la de un ángel, me dolía verlo con el ojo rojo y el párpado morado... Allison no merecía a Bill.

—Regina... Necesito salir de aquí... Tengo que ver a Allison.— Sus ojos se humedecieron.

—Bill, ya te dije que ella vendrá pronto.—

—No, no. Necesito verla ya, ahora.— Se quiso levantar pero se quejó de dolor.

—No, Bill. Tienes que descansar.— Puse mis manos en su pecho para detenerlo.

—¿Ya ves?, no te puedes ni parar. Descansa, no tarda en llegar.— volvió a acostarse.

—Ahora vuelvo, Bill. Tengo que hacer una llamada rápida.—

Salí de su habitación y le llamé a Allison. Lo intenté varias veces pero ella no respondía.

Regresé con Bill, un poco apresurada.

—Bill, tengo que irme. Más tarde vengo por tí y nos iremos, ¿Vale?— me dí la vuelta y me fuí en la camioneta al departamento.

Entré rápidamente y busqué dinero de lo que ganaba en el taller mecánico. Entré a la habitación de Allison, estaba con sus audífonos mientras susurraba cosas que no entendía. Le dí un suave golpe en el brazo con mi pie para llamar su atención.

Se quitó los audífonos y me miró sonriendo. Su piel estaba roja y soltaba risitas.
Ya sabía que había hecho.

—¿Irás por Bill?, ya despertó y exige verte.—

—Ehmmm... ¿Bill qué?—

—¡Bill!, despertó y quiere verte.—

—No. No quiero verlo, ni lo conozco.— Se cruzó de brazos.