5. Un nudo antes del desenlace

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De pequeña me encantaba pintar, era algo que me relajaba, ahora me agobiaba pensar que, si quería entrar en el bachillerato y no sufrir, debía entrar en el bachillerato artístico. Todo muy bonito. No pensaba que me fuera a doler tanto la pérdida de mi hermana y mi padre...

Mi madre llevaba 4 días desaparecida. Seguramente estaba en algún bar gastando el poco dinero que nos queda o llendo de señor en señor para que le paguen las copas a cambio de tener sexo.

Mi familia era una mierda.

Mi vida era una mierda.

Mi confianza era una mierda.

Todo era una mierda.

Yo tenía que fingir con un chico que hace un par de meses no sabia quien era. Mi hermana estaba desaparecida,sin dar señales de vida y, la policía estaba a punto de cerrar el caso y darla por muerta. Y, por último, mi padre se fue como el cobarde que era para no tener que pagar con la justicia.

Solo me quedaba rezar porque mi libro y su adaptación fueran una bomba. Porque si no lo eran, debería seguir dando la vida por llegar a final de mes mientras estudiaba.

Mi cabeza era un lio, había pensado varias veces en rendirme, pero no podía, debía seguir viva para cuando mi hermana decidiera volver. Debía seguir viva por ella, en su honor. Porque ella querría que siguiera con mi vida con o sin ella. Pero no podía traicionarla de tal manera. Como si nunca hubiera estado a mi lado. Como si no me hubiera ayudado a resolver mis problemas. Como si no hubiera existido mi hermana mayor. Como si Maribel no hubiera sido mi hermana.

La única manera de que mis pensamientos no llegaran a llevarme al hospital, era dibujar, escribir o escuchar música. Solía mezclar las cosas. Así que cogí mi portafolio y saqué un lienzo. En el armario había acuarelas y pinceles. Cogí mi lápiz y empecé a hacer el boceto.

Dibujaba lo que sentía. Ese día, sentía un nudo en mi lado izquierdo del pecho, en mi corazón.

Puse música y empezó a sonar Do I wanna know? de Artic Monkeys.

Dejé fluir mis pensamientos y mis sentimientos. Dejé fluir el pincel por los colores y por el lienzo. Hasta desahogar mis penas en la música y en la pintura. Hasta desahogar mis pensamientos intrusivos que me que que era mejor rendirme.

Cuando acabé el dibujo, lo llevé a esa habitación vacía. Llena de cuadros y dibujos. Y ahi lo encerré. Como todos mis pensamientos y emociones.

Los inicios de cada final (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora