6. Cada inicio bueno tiene su final malo

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Dos días mas tarde de volver a desahogarme en la pintura. No había hablado con Alex todavía. Y casi lo prefería.

Estaba en mi casa, debía prepararme para ir al instituto, había faltado dos días a clase por ataques de ansiedad, había justificado mi ausencia y me habían dicho que si faltaba hoy no pasaba nada, no quería faltar mas a clase.

Justo al entrar al instituto me arrepentí de volver a clase.

-Que pasa, pringada?

-Joel, déjame en paz una vez en tu miseria de vida.

-Porque has faltado a clases estos días? No eras tu la empollona de clase? Ahora haces campana?

-Déjame en paz Joel.

Seguí andando como si no hubiera pasado nada. Siempre me funcionaba, era mas para convencerme a mi misma que a los demás. Era para decirme que estaba todo bien, aunque no lo estuviera.

Llegué al aula que me tocaba y me encontré lo peor que podía encontrar. Ahí estaba Alex. Cruzado de brazos y mirándome fijamente.

Solo con esa mirada podría helar el infierno.

Me temblaban las piernas solo de verle.

Que me pasaba? Estaba volviéndome loca, majara. Lo que me pasaba no era ni medio normal. No podia ser que un hombre tuviera ese control en mi. Que un hombre tuviera ese poder. Como Joel.

Los inicios de cada final (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora