VEINTISEIS (II PARTE)

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PENULTIMO CAPITULO

Encuentro a Maximiliano acostado en la cama con el portátil en sus piernas, mirando no se qué grafico que le encargó su padre. Acabo de despedir a Cris y Zoey quienes estuvieron conmigo toda la tarde hablando de la novedad sobre mi embarazo.

Me acuesto a un lado del pelinegro que me mira con una ceja enarcada. Él deja su portátil en la mesita de noche y se mete bajo las sabanas conmigo.

— ¿Estás bien? —Me pregunta en voz baja.

Asiento con la cabeza, suspirando.

—Nadie me dijo que el tercer año de Administración de empresas era así. —Me quejo, poniendo una mueca de disgusto— ¿Y si ya no estudio?

El se ríe de mí, negando con la cabeza.

—No, mejor no—Añado—No estoy llorando en vano, tengo que tener ese título dentro de dos años, si que esperanzador.

—Todo con paciencia, Hannah. Eres inteligente y no sirve de nada si te la pasas quejándote todo el tiempo.

Abro la boca, indignada.

— ¡Aparte de que parezco un globo a punto de explotar, dices que me la paso quejándome! —Exclamo, quitándome la sabana de encima, yéndome de la habitación.

— ¡Hannah! —Me llama él, riendo divertido.

Imbécil.

¿Qué se cree él para decirme que me quejo por todo? ¡Tengo todo el derecho de hacerlo! Primero, estoy gorda, hinchada, me dan calambres en las noches, me la paso comiendo como si la vida me dependiera de eso, cuando termine con el embarazo, voy a pesar noventa kilos, aparte de eso, tengo que estudiar, hice una solicitud en la Universidad para hacer todo virtual, y tengo que estar todo el día en el portátil así mis ojos empiecen arder del cansancio, me duela la cabeza y...

— ¿Estas en tus días? —Inquiere Demián divertido cuando llego al sofá. —O, cierto, es algo peor.

Lo fulmino con la mirada.

—Él día que salgas embarazado, te recordaré esto el resto de proceso—Lo señalo.

—No, eso se lo dejo a Lesly—Se encoje de hombros, el cambia de canal para encontrar una película.

Me cruzo de brazos y empiezo a mover la mano por mi vientre.

— ¿Ya han hablado de la boda? —Me pregunta el moreno distraído.

Niego con la cabeza, mirando la televisión.

—Hemos quedado que lo haremos después del parto—Comento, sonriendo—Aunque no nos hemos puesto de acuerdo si lo haremos un mes después, o dos meses...o en tres años.

—Cuatro meses estaría bien para planearlo todo, ¿no? —Inquiere—Empezando desde ahora, claro.

— ¿Tú crees?

El asiente con la cabeza.

—Hacer una boda lleva su cierto tiempo como dinero—Me dice, sacando su móvil—Primero hay que sacar el presupuesto de todo, el fotógrafo, la decoración, la comida, el lugar, tu vestido, el traje de él, la persona que te maquillará, peinará, el alquilamiento de las mesas, las sillas...

—Sí que es muchas cosas—Murmuro, mirando su móvil.

—Bien, aquí tengo algunos precios de lo que acabo de nombrar, podemos sumarlo y...

Abro los ojos como plato cuando veo la cantidad.

—Bien, saquemos el...o la...—Me quedo pensando con una mueca—No podemos sacar nada.

Luz y oscuridad (¡NUEVA VERSIÓN MUY PRONTO!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora