Reina pantera 34

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Los tres días en que Kozlov tuvo que estar sedado han pasado es hora de ver como esta mi invitado de honor, camino a lado de Alessa que aun desconfía de mi equipo, de mis hombres pero no la culpo también yo dudaría si Alexander algún día se ofreciera a cuidar de mis seres queridos, entramos juntas en la habitación, la Doc tuvo que inmovilizarlo para que pudiera revisarlo.

— Vaya vaya ¿ya despertaste de entre los muertos?— solo puede mover la cabeza para observarme con un odio profundo que no sabe disimular y yo si.

— Suéltenme— se agita haciendo que los aparatos que miden su frecuencia cardiaca suenen un poco mas fuerte.

— Señor Kozlov se hará daño tuvimos que operarlo y sacar varias balas de su cuerpo, necesita calmarse— Alessa se pone a su lado evitando que me mire directamente.

— Alex por favor cálmate, te harás daño— le pide.

— Ella mando a esa mafia para acabar conmigo, no quiere ayudarnos ¿que no lo ves Ale? quiere matarme, quiere vengarse por lo que le hice a su novio— me rio.

— Créeme si te hubiera querido muerto ya lo estarías, yo no envié a nadie, te dije que yo me encargaría personalmente de ti y eso haré pero una vez que estes bien si no creerán que te tuve miedo y que por eso solo pude lastimarte mientras estabas débil, además le hice una promesa a tu hermana— me acerco para que pueda verme aun que sea un poco.

— ¿Alessa por que recurriste a ella?— mira a su hermana su ritmo cardiaco ha vuelto a la normalidad.

— Por que era nuestra única opción, todos los doctores que estaban cerca le son leales y jamás te hubieran ayudado por mucho que yo los amenazara, hubieran preferido morir antes que ayudarte y además le creo cuando dice que ella no es ninguna cobarde para enfrentarse a ti por el estado en el que estas— Alexander me mira con desconfianza.

— Hice un pacto de paz temporal mientras te recuperas— le digo, él mira a su hermana una vez mas.

— Quiero hablar con mi hermana a solas y no es una puta petición— ruedo los ojos hago que todos salgan conmigo, incluyendo a los enfermeros y a la Doc.

Les digo que lo revisen solo lo necesario, no quiero arriesgar a mi personal, camino a la casa, específicamente al área de juegos de la inocente ya que ella es la que lidera a todo mi equipo tecnológico, cuando entro veo que ya Hanna tiene los audífonos puestos, me acerco a ella, me mira y conecta otros audífonos para que yo pueda escuchar, Alessa se ha sentado a lado de la cama de su hermano.

No entiendo por que hiciste esa tontería de confiar en ella— le dice él.

— Ya te lo expliqué confío en ella en su palabra por que cuando estuve yo aquí no me hizo daño, pudo haberme matado o torturado para hacerte daño a ti pero no lo hizo, solo me abrió los ojos—

— Ella me odia y no creo que debamos confiarnos, la comida podría estar envenenada, me podrían está inyectando algo extraño a través de esta cosa— señala la intravenosa, intenta sacársela pero ella se lo impide.

— Ella ayudó a salvarte la vida muy a pesar de que asesinaste al amor de su vida— me tenso en mi lugar cuando ella menciona a Enzo.

— No voy a confiar al cien por ciento en Melina Ivanov, cuando asesino a nuestro padre me hizo quedar como estúpido y eso no lo voy a permitir—

— Deja tu maldito orgullo a un lado, Melina nos hizo un favor, deja ya la maldita obsesión por la corona de las mafias, por que aun que mates a Melina las mafias del mundo no te van a seguir, ya lo intentaste con esa mafia estadounidense quisiste que la traicionaran y que obtuviste un viaje al hospital donde el equipo de ella te ha salvado la vida— así que ese es el maldito trato y por eso intentaron matarlo.

Voy a dormir déjame en paz— se da la vuelta para evitar mirar a su hermana, me quito los audífonos y sonrío, Alexander es más idiota de lo que imaginaba, intentar que las mafias estadounidenses me traicionen es tan improbable como que cualquier otra mafia lo haga, todos saben el poder que tiene mi familia y no solo por el antiguo poder que teníamos sobre los gobiernos del mundo.

— Cualquier cosa que surja en una conversación de ellos lo grabas y me lo informas por favor, por ahora esto tiene mayor prioridad de lo del presidente pero quiero que alguien mas del equipo siga buscándolo— ella asiente, me levanto, camino lentamente a la puerta.

El timbre suena y dejo que mis hombres vayan, yo camino a la sala, me dejo caer acostada en uno de los sillones, los pasos que se escuchan los reconozco, no me molesto en ver a mi tío Tally que se sienta en el sillón de enfrente.

— Supongo que mirar el techo es más interesante que ver a tu tío favorito— sonrió.

— Estoy cansada solo es eso, la cacería del presidente de Estados Unidos es aun mas cansada que la de los otros presidentes, además asumo que ya tu amante la Doc te contó sobre mis nuevos invitados— así es Adallina que prefiere que le digamos la Doc es la amante que más frecuenta mi tío Tally eso empezó hace unos meses y creyeron que yo no me daría cuenta.

— Si ya me contó de tus nuevos invitados pero no vine por eso, aun sigues sin querer salir de aquí, de tu trabajo y conocer gente nueva— ruedo los ojos.

— No quiero hablar de eso tío— finalmente lo miro.

— Pues vamos a tener que hablar de eso, ¿sabías que el sexo es un muy buen anti estrés?—

— No tengo interés en conocerte a nadie para hacer el amor, yo solo tenía esa conexión con Enzo y no creo encontrarla con nadie mas— mi tío suelta un suspiro.

— Eso mi querida Mel no lo sabrás si no lo pruebas, no te estoy diciendo que te enamores a primera vista del primer pendejo que se te cruce, solo estoy diciendo que el sexo alivia muchas tensiones cuando te lo hacen bien, levántate y vístete no es una sugerencia— se levanta para caminar hasta donde yo estoy.

La última reina pantera 🖤🖤🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora