Davos Blackwood

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Davos Blackwood se había convertido en un verdadero desastre después de lo ocurrido con Aeron. No hacía más que beber todo el vino que podía durante el día para poder terminar completamente ebrio una vez que caía la noche.

Los guardias siempre lo encontraban tirado por las calles. Por lo general estaba inconsciente lo cual les agradaba ya que cuando aún mantenía algo de sobriedad se ponía a discutir con ellos.Los empujaba y los amenazaba con su espada.

Varias quejas ya habían llegado a los oídos de su padre,pero siempre hacía caso omiso. Incluso su esposa le había suplicado que tomara cartas en el asunto,pero él siempre respondía lo mismo "Tengo que preparar batallas.No tengo tiempo para estar cuidando borrachos que lo único que saben hacer es causar problemas".

Todo el mundo ya había empezado a dejar que Davos siguiera con ese estilo de vida. Los regaños de su madre cesaron y los guardias dejaron de buscarlo por las noches. Pero había una persona que no iba a permitir que se sumiera en la miseria. Benjicot Blackwood, su hermano.

-¿Dónde está mi hermano? -Le pregunto a uno de los guardias

-En el establo - respondió

-¿Saben cómo llego?

-Arrastrándose - Ambos guardias soltaron unas pequeñas risas- El pobre no podía ni mantenerse de pie. Se tropezaba con todo como un bebé.

La expresión de Benjicot cambió radicalmente. Su mirada era bastante hostil y dura. Lo que hizo que los guardias dejarán de reír.

-¿Ven a mi hermano llegando en un estado deplorable y ustedes en lugar de ayudarlo simplemente deciden burlarse?

-Su madre nos dijo que ya no le ayudaramos cuando se encontraba en esa condición - el guardia se aclaró la garganta antes de finalizar sus palabras -

Solo seguimos órdenes

-Malditos, inútiles.Eso es lo que son

Le dio un empujón al caballero que le había respondido y se dirigió al establo. Había planeado no ser demasiado duro con su hermano,pero no podía hacerlo ahora que sabía que era el hazme reír de todos.

Al abrir las puertas el establo se iluminó por completo.Los animales comenzaron a hacer ruido.Se paseó por cada una de las cuadras hasta que finalmente lo encontró. Estaba tirado, llenó de heno y con la ropa empapada de vómito. Un verdadero desastre. Tomó un balde de agua y se lo echó encima. Davos inmediatamente despertó con su daga apuntando para todos lados,pero sin un destino certero.

-Bueno al menos me alegra que por lo menos vayas armado - estaba recargado en la puerta viendo como su hermano trataba de abrir lo ojos.

-Eres un idiota ¿Por qué carajos has echo eso?

-No lo haría si fueras capaz de siquiera llegar a tu habitación por las noches. Debería darte vergüenza ver qué estás lleno de pura mierda de animal y tú propio vómito.

Davos miró su ropa sin mucho interés e hizo el intento de levantarse con ayuda del barandal de madera que divide los establos.

-No te voy a negar que me veo desagradable,pero qué más da. Con un baño quedaré como nuevo.

-¿Cómo nuevo?- preguntó con ironía- ¿Te has visto a un espejo? Fácilmente puedes pasar como un vagabundo cualquiera.

-La diferencia es que yo llevo el apellido Blackwood- empezó a sacudir el heno de su ropa- Y lo que haga con mi vida no te corresponde

Benjicot sintió como la sangre de su cuerpo ardía por el coraje que le habían provocado dichas palabras. Azotó la puerta del establo tan fuerte que todos los animales se sobresaltaron. Tomo a Davos de la playera y lo estrelló contra la pared de madera

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