Notas: Puede que algunas de las situaciones o datos presentados no vayan acordes con el canon original de la serie o del libro. Puede que se encuentren con algunos errores ortográficos o de redacción, pero soy nueva escribiendo y no quería dejar pasar esta idea. Esto solo es un fanfiction que espero que disfruten leerlo como yo disfrute escribirlo.
La brisa en el bosque hacia que el pelo de Aeron se sacudiera levemente en direcciones paralelas, era fría lo que indicaba que el invierno se acercaba y eso solo significa más problemas en la guerra que se aproximaba.
La noche era silenciosa lo cual le agradaba solo se podían escuchar el sonio de los pájaros que iban de paso y la corriente de agua que abordaba el rio. Estaba sentado sobre una roca mientras afilaba su espada con furia incluso ya se había cortado ambas manos por no tener cuidado, pero lo único que le importaba eran aquellas palabras que recibió en su enfrentamiento con los Blackwood en la tarde, no dejaban de retumbar en su cabeza "No eres un verdadero caballero" ¿Cómo podría atreverse ese idiota a decirle eso? El que se había esforzado día y noche, entrenando sin parar llevando su cuerpo al límite y a pesar de que él se sentía merecedor del título de caballero esas palabras seguían haciendo eco en su cabeza.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar el crujir de las hojas secas a lo lejos, esto no lo inquieto desde luego ya que sabía a quién pertenecían esos pasos solo espero paciente a que llegara hasta el para poder liberar su furia contra el causante de esta hasta que finalmente llego, Davos Blackwood el desgraciado que le había dicho esas palabras estaba detrás de el sin el más mínimo remordimiento al parecer.
Al notar que Aeron no hizo nada al sentir su presencia el joven Blackwood decidió arrodillarse detrás de él abrazándolo por detrás posando su barbilla en los hombros de su amante que no hizo nada ante este acto, seguía ignorándolo.
-Deberías de dejar de afilar esa espada todos los días. Se romperá cuando intentes usarla.
Aeron continúo afilando la espada ignorando esas palabras
-Estás desgastando el acero y es por eso que se volverá más sensible
Davos no entendía la indiferencia del hombre que estaba frente suyo. Siempre que se encontraban el chico era el primero en hablar y en buscar contacto ahora esto era distinto lo que hacía que se le llenara la mente de dudas.
-Podría darte otra espada mejor que esa -insistía por la atención mientras continuaba abrazándolo - Una que no tengas que estar afilando todo el tiempo
-¿Qué sentido tendría? - respondió al fin- Después de todo no soy un verdadero caballero no tiene sentido desperdiciar una buena espada
Blackwood por fin entendió el porqué de la indiferencia de Bracken y en su mente comenzó a recordar todo lo que había ocurrido esa tarde, pero él no tenía idea que le perjudicarían tanto esas palabras.
-No puede ser que adoptes esta postura por lo que paso en la tarde - una pequeña carcajada salió de el al dimensionar lo absurdo de la situación - Ambos acordamos que si nos encontráramos en una situación que involucrara más gente de nuestras casas fingiríamos odiarnos y eso fue lo que hice al igual que tú.
Aeron se soltó de los brazos de Davos quien intento mantenerlo junto a él sin éxito. Se levantó, pero no era capaz de verlo a los ojos.
-¿Igual que yo? - dijo con cierto sarcasmo - Como si yo te hubiera rebajado enfrente de todos o como si me hubieras amenazado con tu espada y yo descaradamente caminara hasta que el filo tocara mi pecho sabiendo que sin importar las palabras que salieran de mi boca tu no serias capaz de lastimarse haciéndote quedar como un cobarde aun ante tu propia casa que ahora cuestionan tu título y todo porque no fui capaz de atravesar tu corazón con mi espada en el momento que tuve oportunidad.
El tono de voz de Aeron en ese momento era tan frio que hizo que el propio Davos se cuestionara absolutamente todas sus acciones del día fue entonces que sabía que las palabras no lograrían calmarlo, pero tal vez otra cosa sí. Le dolería, pero estaba dispuesto a aceptarlo.
-Bien yo sé que nada de lo que diga hará que me perdones - Tomo uno de sus hombros para obligarlo a voltear y así quedar frente a frente- Golpéame -dijo sin titubear - Golpéame hasta que toda tu ira contra de mí se haya acabado.
Aeron lo miro de arriba hacia abajo escaneándolo de alguna manera. Davos podría estar convencido que no lo haría, siempre se comportaba de manera pasiva, pero sorpresivamente recibió un puñetazo en la cara que hizo que cayera al piso. Le impresiono la fuerza con la que lo recibió no sabía que los Bracken fueran personas con ese nivel de fuerza.
-Maldito idiota no sabes cuánto te odio en estos momentos- una patada fue dirigida hacia su estómago lo que hizo que soltara un grito ahogado - Puede enamorarme de una hermosa doncella de mi propia casa y no tener que estar soportando este tipo de humillaciones, pero tuviste que aparecer tú. -Otra patada en la misma dirección fue proporcionada.
Aeron respiro profundamente para calmarse y lo logro después de varios intentos finalmente se sentó en la tierra fría junto a Davos quien le sonreía sínicamente.
-Sabes una cosa te ves demasiado lindo cuando te enojas. Mi bello chico Bracken soportaría este tipo de golpes si puedo verte de esa manera más seguido.
-Eres un sin vergüenza
-Pero aun así has declarado que me amas
-Yo no he dicho eso - Podría sentir como sus mejillas comenzaban a enrojecerse
-Disculpa es mi error por asumirlo por las lindas palabras que me proporcionaste mientras me golpeabas.
Aeron rápidamente tomo conciencia de sus palabras y se sintió tan avergonzado sabía que las personas cuando se enojaban decían cosas sin pensar, pero porque precisamente esas palabras salieron de su boca ahora. No podría ser capaz de callar a Davos a menos que lo admitiera. No tendría sentido negarlo así que decidió tomarlo como una confesión
-Asumes bastante bien algunas cosas, Blackwood
Davos no pudo evitar emocionarse enseguida se paró del piso y se puso encima de Aeron quien no podría estar más sonrojado.
-Así que estás enamorado de mi - dijo mientras jugaba con su cabello.
-¿Estarás así de insoportable lo que resta de la noche? Porque todavía puedo retractarme de mis palabras
Davos no podía contenerse más y los labios de Aeron le estaban haciendo una invitación así que decidió finamente besarlo. El beso comienza suavemente, pero rápidamente se transforma en algo más profundo y apasionado. Sus cuerpos se acercan instintivamente, buscando calor y conexión en el otro.
Las manos se entrelazan con ternura, mientras los besos se vuelven más urgentes y ardientes. Es un baile de emociones desatadas, donde el deseo y el amor se entrelazan en cada gesto y cada contacto. El tiempo parece dilatarse mientras se sumergen en la intensidad del momento, sus corazones vibrando en armonía.
Finalmente, se separan para obtener un poco de aire y se sonríen con cierta complicidad.
-Yo también estoy enamorado de ti - confeso - Es tan humillante admitirlo, pero me he estado reprimiendo durante tanto tiempo que ahora mismo me es imposible seguir reprimiendo todas estas cadenas de emociones que me provocas. Te amo maldito, Bracken y también hay un odio absurdo en ello porque no deberías de gustarme como lo haces, pero es inevitable.
-Eso fue muchísimo más romántico de lo que esperaba si te soy sincero -dijo Aeron con una sonrisa y lágrimas en los ojos por la confesión- Me temo que no puedo dejarte ir ahora.
-No lo hagas- susurro Davos
Ambos en complicidad con la luna se entregaron completamente sin pensar de nuevo en la rivalidad que existían o de las consecuencias que traería sus acciones en ese momento todo desapareció y solo eran ellos.
Si llegaron hasta este punto se los agradezco y espero poder redactar el siguiente capitulo muy pronto. Cualquier sugerencia o idea la recibiré encantada.
ESTÁS LEYENDO
Una oportunidad
أدب الهواةLa rivalidad entre los Blackwood y los Bracken ha estado presente desde que se tiene memoria. Muchos reyes han intentado forzar una tregua sin éxito alguno parece que están destinados a ser eternos enemigos, pero esto es diferente ahora que Davos B...