Amos Bracken dirigía un ejército de 100 hombres hacia Raventree Hall. No solo se encargaría de matar a todos los Blackwood y llevar una victoria que sería bien recibida por el rey Aegon si no que también se encargaría de matar a su sobrino con sus propias manos.Erick contó una historia completamente manipulada para su conveniencia. Su versión de los hechos narraba que había sido él quien le hizo el corte en la cara a Davos para poder defenderse y que Aeron en una ataque de ira que él no logró comprender lo golpeó en la mandíbula dejándolo medio inconsciente.
Mientras el trataba de recobrar la conciencia había escuchado como Aeron le rogaba al joven Blackwood para que escapara a su lado ya que era infeliz con su vida y odiaba por completo a la casa Bracken repudiando todo lo que su tío tan generosamente le había dado.
Davos Blackwood se negó rotundamente ante la propuesta dejándolo solo a lo que Aeron no tuvo otra opción que regresar al Seto de Piedra. Cuando fue cuestionado del porqué no había contado esta versión de los hechos él respondió que fue porque Aeron lo amenazó con cortarle la lengua si decía algo al respecto.
A pesar de las inconsistencias de la historia, Amos creyó por completo en Erick. Incluso le pidió que marchara a su lado. Antes de partir tuvo que confesarle a la madre de Aeron toda la verdad para que supiera porque su hijo debía morir. Ella rogó por la vida de su hijo ofreciendo la suya a cambio.
"No me importa lo que haya hecho, sigue siendo mi hijo y es lo único que me queda"
Las súplicas eran persistentes, Amos tuvo que hacer un esfuerzo para no doblegarse ante su hermana. Aeron era como su hijo por lo que a él también le dolía tener que hacerlo, pero era lo correcto. Los Blackwood y los Bracken eran enemigos. Ese era el orden de las cosas.
En Raventree Hall las cosas tampoco estaban resultando bien. Dalila daba vueltas por la habitación como un león enjaulado. Mordía sus uñas por la ansiedad que le causaba el hecho de que Benjicot entraría en cualquier momento por esa puerta condenandolos a una muerte segura.
Pensaba que clase de condena se les pondría por traicionar a su casa. En los viejos libros que coleccionaba el maestre había uno en particular que contaba los horribles destinos que sufrieron los que intentaron rebelarse contra la corona.
Hubo uno en particular que de tan solo recordarlo le provocaba escalofríos. Una mujer a la cual pasearon desnuda por todas las calles mientras los habitantes le lanzaban todo tipo de cosas repugnantes y él verdugo que la acompañaba le daba latigazos en todo momento para que avanzara.
Rezaba a los dioses que fueran gentiles con su destino. Que le dieran una muerte rápida en la que no tuviera que esperar por tanto tiempo para que su sufrimiento llegará a su fin. Una decapitación o la horca parecían ser los mejores escenarios que tenía en mente.
Mientras Dalila era presa de sus propios pensamientos, Aeron parecía ignorar todo su entorno. En su mente había una paz inexplicable, considerando la precaria situación en la que se encontraba.
Sostenía la mano de Davos con fuerza mientras acariciaba su cabello con delicadeza.Todo su cuerpo estaba frío como el hielo de no ser por los débiles latidos de su corazón podría pasar fácilmente como un cadáver.
-Amor mío - Hablaba con la esperanza de que pudiera escucharlo - Sé que estás enojado conmigo por lo que hice. No te culpo yo también lo estaría. Arruine tu rostro con esa horrible cicatriz.
Dalila solo escuchaba con detenimiento aquellas palabras. Aeron no tenía intenciones de huir. En el bosque fue muy claro al decirle que no le importaba si la muerte era el precio que debía pagar por estar cerca de Davos.
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Una oportunidad
FanfictionLa rivalidad entre los Blackwood y los Bracken ha estado presente desde que se tiene memoria. Muchos reyes han intentado forzar una tregua sin éxito alguno parece que están destinados a ser eternos enemigos, pero esto es diferente ahora que Davos B...