Es momento de decir adiós

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Desde temprana edad Davos mostró tener un carácter complicado. Le hacía todo tipo de travesuras a sus nanas para que lo dejarán tranquilo. Incluso su madre no sabía cómo mantenerlo al margen. Fue entonces que Lord Blackwood decidió que cuidara del ganado a manera de castigo y así poder tener un poco de tranquilidad en su fortaleza. Davos odiaba esa tarea. Le parecía aburrida y denigrante. Por esa razón Benjicot mostró una clara confusión cuando le dijo que quería volver a retomarlo.
“Debes de estar recibiendo muchos golpes en la cabeza como para pedir algo así” le dijo mientras entrenaban,pero Davos afirmó que esto le permitiría estar más cerca de los Bracken y podría escuchar si estaban planeando algo que los involucra a ellos. A pesar de no estar muy convencido por la idea,su hermano finalmente accedió después de tanta insistencia. No tenía razones para negarse pues Davos le había estado obedeciendo en absolutamente todo y no le había causado problemas. Sabía que había algo más detrás de esta petición,pero decidió dejarlo pasar y darle un poco de libertad.
Su opinión sobre cuidar al ganado no había cambiado. Seguía odiandolo,pero era la mejor idea que se le había ocurrido para poder encontrarse con Aeron. En un momento pensó en infiltrarse a la fortaleza de los Bracken,pero lo descartó de inmediato porque era prácticamente un suicidio y si por favor de los dioses hubiera logrado llegar con Aeron esté seguramente lo habría golpeado o se negaría a hablar con él lo que haría que todos sus esfuerzos fueran en vano.
Habían pasado tres días y no había ninguna señal de él. Se habría preocupado de no ser porque Aeron le había dicho que su tío lo cargaba de una gran lista de responsabilidades que apenas y podía cumplir.
Mataba el tiempo tallando las varitas de los árboles en forma de flechas, pero lo que en verdad lo distraía era recordar aquellos momentos que habían pasado juntos. Su favorito fue el día que se conocieron.
Había sido durante el verano. Antes de que tuvieran que preocuparse por la guerra. Era tarde y Davos se paseaba por la frontera en busca de algún tipo de distracción ya que su día estaba siendo demasiado aburrido y fue entonces que lo vio. Estaba practicando con su espada con ayuda de un gran roble.
Tenía un gran espíritu y por eso le llamó tanto la atención .Se quedó un rato observando cómo practicaba,pero a pesar de sus habilidades su técnica era bastante mala y si seguía así se lastimaría en algún momento. Fue entonces que decidió acercarse de manera cuidadosa para que no lo notará y cuando estuvo lo suficientemente cerca finalmente le dijo
-Deberías asegurar bien tus pies en el suelo - Aeron se sobresaltó soltando su espada y enseguida volteo a verlo - Y mejorar tu puntería. Este pobre árbol ya tiene demasiadas marcas en direcciones cercanas,pero ninguna es profunda.
Aeron lo escaneaba de arriba a abajo y frunció el ceño.
-Yo no he pedido opiniones y mucho menos la de un estupido Blackwood
-Si alguien te da un consejo lo único que tienes que hacer es dar las gracias y recibirlo cordialmente - se acercó aún más hasta poder estar tan cerca que era capaz de contar sus pestañas,pero lo que más le gustó fueron sus hermosos ojos verdes y como estos lo miraban con dureza -  Oh podrías darme algo más que un simple agradecimiento.
Aeron puso sus manos en sus hombros y le sonrió de manera provocativa. Estaba listo para recibir un beso,pero en su lugar una patada en su entrepierna se hizo presente haciendo que cayera al suelo.
-Antes de intentar darme consejos deberías por lo menos venir armado - recogió su espada del suelo y le dio la espada- Sería un pecado matar a alguien desarmado.
-¿Al menos me dirás tú nombre?- intentó levantarse- Lo merezco por ese golpe innecesario
-Aeron
Después de eso de nuevo lo vio en el mismo lugar y aceptó tener un combate con él. Lo demás es historia. Le gustaba la forma en la que se sentía cada vez que estaban juntos. Podía ser el mismo sin tener que aparentar. Lo extrañaba más de lo que podía imaginar. Entonces en ese momento escuchó su risa. De inmediato levanto la mirada y lo busco. Era él. Una sonrisa se iluminó en su rostro al reconocerlo, pero no tardó en borrarse al ver qué estaba acompañado por alguien más. Era un chico un poco más alto que él, cabello castaño y piel morena. No era su amigo. Él se había memorizado el rostro de todos sus amigos y no se parecía a ninguno de ellos. Pensó que sería un familiar,pero esa idea se esfumó al ver qué el tipo se estaba acercando a Aeron tratando de besarlo. Rompió la flecha que estaba en su mano y se dispuso a confrontarlo. Aeron era suyo. Lo habían jurado ante los dioses y esa promesa nunca se rompió ni siquiera en la noche que pelearon.
Aeron no se había dado cuenta de su presencia. Había salido con Erick para distraerse un poco. Ambos habían estado bastante ocupados que apenas y podían dirigirse la palabra. Su tío les dio permiso para salir con la condición de que debían de volver antes de que cayera la noche.
-Me gusta mucho venir aquí a pesar de que exista la posibilidad de que te encuentres unas cuantas ratas.
Aeron miró al ganado de los Blackwood y entiendio el comentario
-Por lo que se ha mencionado dicen que no han causado problemas en los últimos días así que no debes preocuparte por eso.
-¿Preocuparme? Para nada - puso su mano en la empuñadura de su espada- Ahora soy un caballero. No le temo a nada y mucho menos a esas escorias.
-Veo que te gustó mucho la espada que te mandé a hacer como regalo por tu nombramiento- Menciono para evadir el tema
-Es mucho mejor que la que nos dieron cuando nos reclutaron. Esta si le hace honor a nuestra casa.
-Lamento no haber estado ahí ese día.
-No te preocupes. Supuse que no querías ver cómo tú alumno logró superarte.
Ambos rieron ante el comentario
-Pobre tonto - le dio un golpe en el brazo- Te falta mucho para poder ser como yo.
-Bueno si te soy sincero si me dolió que mi estimado amigo no estuviera ahí- su voz se torno sería de repente - Y si pretendes que te perdone solo por darme una espada estás equivocado.
-¿Una espada no es suficiente disculpa? Me costó muchos favores para poder pagarla
-Si me lo preguntas a mí hubiera preferido algo más modesto
-¿Cómo que? - preguntó con interés
Erick lo detuvo e hizo que se acercara a él,pero Aeron intentaba alejarse.
-No quieras sobrepasar los límites - puso sus manos en su pecho para detener lo que fuera que quisiera hacer.
-¿De verdad todo el cariño que nos hemos dado es solo de simples amigos?
Aeron se sorprendió ante la pregunta. Se habían hecho bastante cercanos, pero ninguna de sus acciones indicaba que él buscará algo más y como si fuera una maldita broma de mal gusto un grito a lo lejos hizo que ambos se separaran rápidamente.
-¡Bracken!
No,no, no podía ser él. Aeron no quería ni siquiera voltear a la dirección de aquella voz,pero cuando los pasos se hicieron cada vez más cercanos no tuvo más remedio que alzar la mirada. Ahí estaba. Davos con una mirada de odio y resentimiento,pero no iba dirigida hacia él sino más bien en dirección de Erick.
-¿Cuál es su maldito problema?- tenso la mandíbula - ¿Otra vez intentando robar nuestro ganado?
La realidad era que las vacas habían terminado del lado de los Bracken porque Davos las había movido en esa dirección sin que se dieran cuenta. Necesitaba una buena excusa.
-Deberías poner más atención a lo que es tuyo. No eres capaz de mantener a unas malditas vacas en tu territorio y nos culpas a nosotros. Tu estás robándote parte de nuestro terreno si somos claros.
Davos busco la mirada de Aeron,pero este lo evitaba. Bien, si no era suficiente para llamar su atención tendría que buscar otras maneras. Davos aventó una piedra que hizo que la nariz de Erick sangrara. Aeron se preocupo por él e intento ayudarlo, pero Erick se negó a la ayuda y de inmediato sacó su espada lo que provocó una risa en Davos.
-Vamos. Atacame - se acercó al filo de la espada -  Necesito un poco de diversión para este día de mierda.
Erick intentó clavar la espada en su pecho,pero Davos se quitó haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Pateó la espada lejos de su alcance. Entonces Aeron decidió que debía intervenir. No quería un baño de sangre. Sacó su espada y se acercó,pero nuevamente fue detenido
-Alejate - ordenó - No necesito tu ayuda
Davos sintió como su sangre se calentaba. ¿Cómo se atrevía a hablarle de esa manera?.
Se puso encima de él y comenzó a golpearlo sin control. Erick intentó defenderse como pudo. Estaba dando buena pelea para sorpresa de Davos,tenía que admitirlo,pero no era tan bueno como él. La diferencia era abismal y en cualquier momento iba a matarlo. Aeron guardo su espada y le quitó a Davos de encima a Erick,pero como último recurso le dio una patada que hizo que el chico perdiera la conciencia.
-Sabes perfectamente que ese ganado no lo estábamos robando
-Lo sé- se limpió la sangre de las manos- Quería hablar contigo y ese chico era un impedimento. Pudo ser menos sangriento si hubiera aceptado tu ayuda.
-Lárgate - dijo con frialdad - Pronto se correrá la voz de lo que pasó aquí y tú tan anhelada guerra pronto se hará presente.
Aeron se agachó para ver la condición de Erick. No estaba tan mal. Los daños solo habían sido en su cara. Con su capa comenzó a limpiarlo y Davos solo lo observaba mientras apretaba los puños.
-¿Entonces esto es lo que has hecho durante todo esté tiempo? ¿Buscando un maldito reemplazo para mí? - tomó el brazo de Aeron y lo levantó con brusquedad- ¿Tan desesperado estás por tener una verga dentro de ti?
-¡Sueltame!- Intentó empujar su brazo hacia él, pero el agarre solo se hizo más fuerte- Tu no tienes ningún derecho de cuestionarme nada de lo que haga con mi vida
-¡Claro que lo tengo! - los malditos ataques de irá se volvieron a hacer presentes- Tu eres mío y yo soy tuyo. Lo juramos ante los dioses.
-Esa promesa se rompió en el momento que te dije que te mataría si te volvería a ver.
Davos soltó el brazo de Aeron y puso su daga en sus manos.
-¡Entonces hazlo! Mátame ahora y acaba con esta maldita farsa de una vez.
Aeron sintió como sus manos temblaban. Sabía que podría llegar este día así como también sabía que no sería capaz de matarlo. Intentó disimular sus lágrimas,pero no pudo hacerlo. Cuando Davos se dio cuenta puso su mano en sus mejillas para limpiarlas
-Ninguno de los dos queremos está vida,Aeron. - pudo sentir como sus lágrimas también salían de sus ojos - Escapemos juntos como tanto quisiste aquella noche. Olvidémonos de nuestras malditas casa y huyamos lejos de todo. Empecemos una nueva  vida en las ciudades libres y seamos felices de una vez por todas.
Aeron volvió a pensarlo. Se había esforzado tanto en odiarlo, pero nunca lo había conseguido. ¿Sería capaz de irse sin resentimiento alguno? ¿Dejar su casa y a todos aquellos que más lo habían apoyado solo por Davos, quien lo había hecho sufrir, pero a quien también amaba más que a nada?
Su respuesta estaba clara,pero noto como Erick movía su cabeza a los lados. Estaba recuperando la conciencia o tal vez nunca la perdió. Millones de inseguridades lo invadieron. Si Erick había estado  escuchado todo lo que dijeron sería su fin. Su tío nunca descansaría hasta encontrarlo y decapitarlo por aquella traición.Entonces en un movimiento precipitado Aeron cortó la mejilla de Davos haciendo que gritara por el dolor cayendo de rodillas mientras cubría con sus manos aquella herida. La daga cayó a sus pies.
-Esa es mi respuesta
Davos lo miraba con una profunda decepción. No podía creer lo que estaba pasando.
Aeron tomó a Erick como pudo y comenzó a caminar alejándose.
-¡No puedes dejarme! - el tono de súplica se hizo presente - ¡Yo te amo y tú me amas a mi!
Aeron pudo sentir cómo su corazón se partía en miles de pedazos,pero sabía que esto era lo correcto. Amaba a Davos y sabía que no estarían a salvo en ningún lugar. Este siempre fue el destino de ambos. Eran enemigos por naturaleza y destruirse era su único propósito. Los gritos de Davos seguían,pero Aeron no se detenía.
“Lo siento” decía una y otra vez hasta que los gritos cesaron y al voltear atrás ya no estaba. Solo un camino de sangre. Que la lluvia se encargó de limpiar. Hasta los dioses habían sentido el dolor de ambos en ese momento.
¿Este sería el final? Se preguntó Aeron o todo terminaría cuando ambos se clavaran una espada en su corazón en el campo de batalla.
La guerra sería pronto y no podrían huir de ella.

Chicas está historia cada vez se está alargando más y espero que les este gustando.
Lamento si hay algunos errores ortografícos o de redacción es solo que soy nueva escribiendo,pero estoy dando mi mejor esfuerzo.
Pronto tendrán nuevos capítulos y más sorpresas.
Y por si se lo estaban preguntando si, Aeron si se hubiera ido con Davos si Erick no hubiera estado ahí.

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