Luces, Cámara Y, ¿Muerte?🔎(Danganronpa V3: Killing Harmony) 🔍

Capítulo 04 "La desesperación absoluta"

No sabía cuanto tiempo había pasado desde que salí del comedor, tal vez unos diez o veinte minutos.

Y durante todo ese tiempo, me la pasaba sentada en uno de los lugares verdes de este lugar.

Estaba algo lejos de la Academia, digamos que quería mantenerme algo alejada de los demás para poder estar dentro de mi espacio personal sin que alguien me interrumpiera.

En varias ocasiones, cuando me sentía apesadumbrada prefería pasar ese momento sola.

A veces estar solo es bueno, como en momentos así, ¿no?

...

Vamos, no es la gran cosa.

...

Estaba en el pasto sentada, mientras escondía mi rostro entre mis rodillas; parecía un feto en esta posición.

Respiraba y pensaba para tratar de calmar un poco más mi ansiedad.

A veces resultaba.

A veces no.

Me abracé fuertemente, mientras que poco a poco, arañaba mis brazos por encima de la tela de mi camisa, pero precisamente, era esa tela la que se interponía entre mis filosas uñas y mi piel sensible.

Entonces, decidí rascarme de manera más brusca los brazos, como una forma de rebajar un poco el estrés.

Pero... No era suficiente...

Opte por la idea de empezar a morderme la muñeca izquierda, como si fuera un perro mordiendo su hueso de pollo. Al inicio fue suave la presión de mis dientes en la piel sensible de mi muñeca, hasta que poco a poco, empezaba a morder de forma más fuerte.

Sí...

Así puedo rebajar el estrés...

Sí... Así...

Seguía mordiendo...

A veces tiraba un poco la piel de mi muñeca...

Sí...

Duele, mucho...

Pero la ansiedad era más fuerte que el dolor físico.

De hecho, cualquier cosa es mejor que la ansiedad...

Sí...

—¿(t/n)?

Me paralice al escuchar mi nombre, ¿quién carajos era?

Cuando volteé la mirada, quedé estupefacta al ver el rostro de esa persona.

Ojalá no haya visto lo que había hecho segundos atrás.

Rápidamente, me cubri disimuladamente las marcas de la muñeca.

—¿Angie?

—Nyahahaha, ¡la mismísima! —me dijo alegré, mientras alzaba sus manos como una niña pequeña.

—¿Qué te trae por aquí? —le sonreí amablemente y algo sorprendida al verla aquí, después de lo sucedido en el comedor.

—Atua me mandó a hacer una búsqueda especial por estas partes tan excepcionales de este lugar —me sonrió—. Y entonces gracias a Atua te encontré aquí, tal vez sea una señal para que me acompañes a investigar.

Quedé loca ante sus palabras.

¿Eso realmente fue coincidencia o tenía otras intenciones?

De todos modos, acepte.

—¡Atua está alegre de que aceptaras venir con nosotros!

Era un poco extraño este encuentro, debo de admitirlo, aunque igual y sería bueno, después del tremendo colapso nervioso que acababa de vivir, algo de distracción sería muy bueno para calmar la mente.