Tus lagrimas secaré, mis brazos te daré, y yo te consolare.
ATT: Tu soledad
Pov: Jennifer
Mis lágrimas son el lago salado que visito con frecuencia.
Se puede ser feliz en pausas. Ya no sé qué hacer. Me detengo un momento a reflexionar qué es lo que estoy haciendo mal, en qué estoy fallando, pero no hay respuestas. Me quedo unos segundos en silencio y mi mundo parece desmoronarse. ¿Qué se supone que debo hacer? He buscado infinidad de soluciones, pero por más que intento hacer algo para salvar mi alma de las llamas del dolor no encuentro ninguna.
¿Qué se supone que haga? Mi alma se desgarra de manera dolorosa.
Después del incidente con Alison, nos separamos para ir a nuestras clases. Javier y Dylan se fueron a historia, mientras que Alison y yo nos dirigimos a química. En ese momento, me perdí en mis pensamientos, sin prestar atención a nada. No es que me importara, la verdad. Nada me importa. Vivo porque tengo que hacerlo, no porque quiera.Con los años he aprendido a odiar mi sola existencia, preguntándome por qué nací o por qué sigo viva ¿Cuál es mi objetivo en la vida? ¿Hay una razón por la que Dios me quiere con vida?
A veces pienso: "¿Y si termino con esto de una vez? No creo que a nadie le importe. Mis padres, les haría un favor. Mis amigos, les valdría tres cuartos de mierda, solo son mis amigos por conveniencia, nada más". Entonces, esto me lleva a la conclusión de que a nadie le importaría, solo debería hacerlo. Pero luego viene a mi mente que eso es una estupidez y que jamás sería capaz de hacerlo, ya que soy una maldita cobarde.
Es común pensar que el suicidio es un acto de cobardía, pero la decisión de quitarse la vida es un acto extremo que refleja un dolor profundo y una lucha interna que pocos pueden comprender. Yo misma no sería capaz de tomar una decisión así, y eso me hace comprender la magnitud del sufrimiento que alguien puede estar experimentando. Estaba tan sumergida en mis pensamientos sobre el suicidio que no me di cuenta que la profesora Smith llamaba mi nombre.
"Señorita Anderson" dijo elevando la voz haciendo que salga de mis pensamientos. Sus ojos se posaron en mí con una expresión de impaciencia.
"Si" dije lo más tranquila que pude, intentando mantener la compostura.
"Si no le importa mi clase la invito a que se retire" dijo en un tono molesto, frunciendo el ceño.
"No se trata de eso, esta resolviendo el ejercicio en mi mente" mentí ya que no sabía de qué iba el ejercicio, simplemente me perdí en mi laguna de pensamientos.
La profesora encurvó sus labios en una sonrisa maliciosa. Oh... no. Estaba jodida. ¿Por qué carajos no tomé mis cosas y me largué? Me regañaba mentalmente. Entonces ella habló:
"Ya que resolviste la ecuación química, pasa al frente y resuélvela para todos," dijo con malicia, sus ojos brillando con una diversión cruel.
Mierda, mierda y mierda.
La mirada de la profesora Smith era implacable, como un rayo láser que recorría mi cuerpo. Me sentía expuesta, vulnerable. La presión de las miradas de la clase me apretaba el pecho, pero esta vez era diferente. No era la mirada de la chica "problema", la que juzgaba y condenaba. Era la mirada de la profesora Smith, la mirada de la autoridad, la que me hacía sentir pequeña pero jamás lo demostrare.
"Se supone que resuelva esto cuando es usted la maestra y la que debe resolverlo para que sus alumnos lo entienda o no" dije levantando una ceja y con una sonrisa burlona.
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Loving wasn't enough
RomanceEsa historia no sólo es de romance sino también con temas delicados como lo son la ansiedad y la depresión. Me estoy informando lo mejor que puedo para poder tocar temas psicológicos como los ya antes mencionados y no quiero que nadie se sienta ofen...