Pov: Jennifer"Ya despertaste, ¿te sientes mejor?" dijo Liam, mientras se recargaba en el marco de la puerta, cruzado de brazos, con una mirada atenta.
Mi visión se centró en él y mi cerebro tardó en procesar su pregunta antes de responder. "Sí, creo que sí. ¿Qué hora es?" dije mientras llevaba mi mano a mi cabeza, sintiendo aquel molesto dolor de cabeza.
"8:30 pm. ¿Te encuentras bien?" Abrí mis ojos sorprendida; había dormido cuatro horas sin problema.
Lo último que recordaba era la conversación con Liam, antes de sentir mis ojos demasiado pesados, pero nada más no recordaba. Me sentí confundida.
"Si solo es un malestar, creo que es hora de que me vaya", murmuré mientras me sentaba para ponerme mis zapatos. Mi movimiento fue lento y torpe.
"No quieres cenar algo, antes no has comido y puedes enfermar", su voz demostraba preocupación por mi salud, y su ceño fruncido revelaba su inquietud.
Levanté la mirada a su rostro; este demostraba su preocupación, y sus ojos se encontraron con los míos antes de que yo bajara mi vista a mis agujetas para atarlas. Sentí un escalofrío al encontrar su mirada.
"No, estoy bien, además, ya es tarde, tengo que ir a casa", mi voz sonaba mucho más baja de lo normal, y mi respiración se volvió entrecortada.
"¿Segura? Yo te puedo llevar después", insistió, su tono suave y tranquilizador.
"Segura, no hace falta, pediré un taxi; estoy bien, no te preocupes", exclamé, buscando mi teléfono en la bolsa de mi chaqueta con cierta desesperación.
"Jennifer, ¿me puedes decir qué rayos te pasa?" preguntó, su voz tensa y llena de preocupación.
"No me pasa nada, simplemente ya es tarde y es hora de que me vaya", respondí mientras pedía un taxi en la app, intentando disimular mi nerviosismo. Mi mano temblaba ligeramente al sujetar el teléfono.
"Ajá y yo fingiré que te creo", su voz siendo dura, mis ojos se movieron nerviosos por la habitación, tratando de no levantar la mirada…
"No, estoy mintiendo, ya he dado suficientes molestias; lo mejor que puedo hacer es irme, me esperan en casa", digo, sintiendo mis manos temblar mientras sostenía el teléfono.
"No has dado ninguna molestia y sabes bien que eres pésima mentirosa, vamos, tienes que comer algo", volvió a insistir. Sentía mi pulso al mil por hora; solo quería salir corriendo y él no cooperaba.
Sentí mi teléfono vibrar dándole una mirada rápida, encontrando que mi taxi se encontraba afuera, haciendo que me sintiera aliviada.
"Lo siento, pero mi conductor ya está afuera", dije poniéndome de pie y caminando hacia la puerta. "Me tengo que ir, no vemos después", me despido lo más rápido posible, evitando verlo a la cara.
Bajé las escaleras buscando mi mochila al lado del sillón. La tomé y me dirigí a la puerta antes de poder salir. Escuché su voz.
"¿Por qué te comportas así? Pensé que ya eramos amigos, pero parece que no porque huyes de mí". Su voz llena de decepción hizo que mi corazón se escogiera…
"Yo… perdón, pero yo no quiero ser tu amiga" susurré sintiendo mi voz quebrarse.
"¡¿Pero por qué?! Dime por qué no podemos ser amigos", exclamó molesto, levantando la voz.
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Loving wasn't enough
RomanceEsa historia no sólo es de romance sino también con temas delicados como lo son la ansiedad y la depresión. Me estoy informando lo mejor que puedo para poder tocar temas psicológicos como los ya antes mencionados y no quiero que nadie se sienta ofen...