Cambios

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Kanu

Las noches se me hacen son largas, tan largas como la lista de errores que he cometido, a medianoche me la paso mirando al techo, me la paso pensando en que me he aferrado a recuerdos que ya no me pertenecen, a personas que ya no me quieren, mientras cuento las estrellas que se filtran por la pequeña ventana de mi habitación. La luna está llena y brillante, me observa como un espejo, reflejando la incertidumbre que cubre mi mente. Sé que tengo que cambiar. Tengo que abrir las alas y volver a volar. Pero el miedo me paraliza, me mantiene atado a este suelo frío y húmedo.

El resto de las vacaciones Sheccid y yo regresamos a ser cercanos, hablamos de cientos de cosas y me conto sobre con quien estaba hablando que era un chico llamado Alarick, era un año mayor que nosotros y las cosas no acabaron bien entre ellos. Me recomendó varias cosas, óseas hacer cambios.

primero alejarme de Alexis, eso hice elimine nuestra conversación y elimine su número, segundo hablar las cosas en persona y tratar de arreglar mi amistad con Nina, tercero cambiarme de salón (regresar al antiguo salón) por si acababa mal con ella, juntarme con el grupito que tenía con mi hermana otra vez, dejar de subirme al transporte donde se subía Nina(además también porque ya no aguantaba a Félix, con sus ataques en contra de mí, los cuales se debía porque su amiga es la ex de Dilan y además también porque me entere que también le gustaba Dilan), tenía que poner todo en su lugar, el sol tenía que volver a brillar.

-Dale tiempo al tiempo – dijo mi hermana al salir de mi habitación

Había pasado tanto tiempo pensando en el pasado, en lo que pudo ser y no fue, en todos esos momentos, de fingir que nada había cambiado, pero la verdad era que todo había cambiado, me he aferrado a recuerdos que solo me causan dolor, de una relación que ya no existe y a una amistad que se estaba desvaneciendo. y en el proceso, me he olvidado de mí mismo.

En ese momento, lo supe, no importaba lo que sucediera, no importaba si podíamos ser amigos o no, lo que importaba era que lo había querido, y ese cariño siempre sería parte de mí, y que ya no me dolería más, es hora de abrir las alas y volver a volar, dejar ir lo que ya no me sirve y abrazar lo nuevo. Tengo tanto que aprender de los momentos que no volverán, y estoy listo para hacerlo.

Abrí los ojos y una sonrisa se dibujó en mi rostro. La tristeza se había ido, reemplazada por una extraña sensación de paz, de tanto que me había aferrado por fin los había soltado, sabía que el camino sería difícil, pero también sabía que encontraría la manera de seguir adelante, si no estaban pues todo bien y si están también está bien yo no necesito guarda espalas me siento igual de bien estando solo que acompañado.

Malas DesicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora