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Las rejas se abrieron de forma lenta, casi como una tortura. Su corazón estaba acelerado, pero su mente no podía entender del todo lo que pasaba realmente con ella. Su cuerpo enteró estaba extraño, algo estaba por suceder y le asustaba saber que sería.
No lo esperaba.
Sus piernas temblaron cuando sus miradas se cruzaron. Rick Grimes estaba frente a sus ojos, en medio de ese lugar luciendo como todo un líder. Sentía que no podía moverse o caería al piso, estaba totalmente en shook.
—Dijeron dos semanas.—Atacó él, sin importarle quién era la mujer que estaba frente a él. Intento acercarse, pero la gente alrededor de ella le dejo en claro que no podía hacer eso, obligandolo a mantener una distancia prudente.
—Si, pero las cosas cambiaron.. espero tengas todo preparado para nosotros.—Le contesto seriamente, sin poder sacarle los ojos de encima. Suspiro intentando quitarse los nervios de encima antes de ingresar a Alexandria.—¿Tienes una oficina?—Pregunto mirando a su alrededor, viendo muchas caras conocidas. Quería llorar.
—Si, sígueme.
—No puedes hacer eso, ¿Estas loca?—Se metió una mujer. La pelinegra se giro encontrándose con una mujer de su propio equipo, una que era demasiado cercana a Negan.
—No me digas como hacer mi jodido trabajo, Alice.—Murmuro seriamente apoyando su mano sobre el arma que descansaba en su cintura.—Encárgate de llenar los camiones y no molestes.—Le advirtió antes de seguir con su camino, siguiendo a Rick.
Ambos caminaron en silenció hasta una de las casas del lugar para poder usar su oficina. Las caras conocidas la miraban de manera extraña como si estuvieran decepcionados de ella, pero no entendía del todo porque razón la miraban de esa forma.
Entendía que la gente con la que estaba no eran del todo buenos, pero no podían juzgarla sin saber o sin preguntarle que había sucedido, aunque agradecía que nadie hubiera dicho nada.
—¡Te extrañe tanto!—Chillo cuando estuvieron a solas dentro de aquella oficina. Lo abrazó con tanta fuerza, porque eso era todo lo que necesitaba pero él no le correspondió el abrazo, haciéndola que se separé con confusión.—¿Qué ocurre contigo? Soy alison.—Murmuro como si él no lo supiera.
Él no contesto.
No podía creer que la tenía nuevamente enfrente de él, que era real lo que estaba pasando porque en su mente ella ya no estaba con vida y volverla a ver era algo shoqueante, sobretodo porque estaba con Negan.
—Estoy tan feliz de verte, de saber que estas con vida..—Murmuro suavemente mirándolo, esperando una reacción pero él seguía sin hablar.—¿Tú no estás feliz de verme? O no sé.. solo ¿feliz?—Pregunto con dudas.
—¿Feliz?—Pregunto mirándola.—Estas con gente mala, Alison, ¿Lo sabes, No? No puedes venir y abrazarme después de lo que hizo tu gente.—Musito con enojó.
—Para empezar no es mi gente, Rick. No se que sucedió.. entiendo que quitarles la mitad de sus cosas no es lo mejor del mundo, pero yo no tomo esas decisiones.. solo sigo ordenes.—Aclaro.—Pero no puedes enojarte conmigo por esto.. lo siento.
—No es solo esto, Alison.. no son las cosas, ¿Entiendes? Fue mucho más que solo esto.—Murmuro seriamente.—¿No lo sabes? ¿En serio?
—Realmente no entiendo que me estas diciendo, Grimes. No me dejan involucrarme en esas cosas, apenas estoy comenzando a moverme sola sin tener a alguien atrás mío todo el tiempo. Dime que sucede.—Explicó.
—Es demasiado para que lo hablemos ahora, ¿Puedes venir a la ciudad sin guardaespaldas?—Pregunto.
Asintió.—Si, claro.
—Alison.. ten cuidado, mucho. Cuídate la espalda porque no estas a salvo con esa gente.—Murmuro suavemente antes que ella saliera de la oficina.
