CAPÍTULO 17: ¿NO VAS A QUEDARTE?

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Mis manos se deslizaron hacia su cintura intentando agarrar el borde de su camisa y cuando logre agarrarla, comencé a subirla de manera torpe mientras él no dejaba de besarme. Me ayudo a terminar de quitarle la remera y la deje caer en el piso para volver a besarlo, manteniendo mis piernas envueltas en su cadera en busca de estar lo más cerca posible de su cuerpo. Mis manos viajaron a su espalda desnuda sintiendo como su piel ardía al igual que la mía y eso me hizo sonreír.

Se separo de mí, quedando entre mis piernas mientras me observaba desde arriba. Me relamí los labios observándolo, amaba tener su mirada sobre mi cuerpo. Me encantaba. Me sentía amada.

Se deshizo de mi vestido en cuestión de segundos dejándolo caer al piso junto a su remera. Sus manos se apoyaron sobre mis pechos y los acariciaron sutilmente haciéndome jadear, me estaba haciendo esperar demasiado y sentía que iba a morir.

—Por favor..—Supliqué con los ojos cerrados escuchando como él se desprendía el cinturón haciéndome sonreír como una tonta.

Su respiración comenzó a sentirse acelerada mientras deja besos húmedos por mi cuello haciéndome sonreír aun más. Lleve mis manos al borde de su bóxer para quitárselo de una vez por todas, odiaba que fuese tan lento, pero sabía que solo hacía eso para verme sufrir.

—¿Estas apresurada?—Pregunto con diversión mirándome y mis mejillas tomaron un color carmesí demasiado intenso.—Ese color rojo combina muy bien con tus ojos..—Murmuro suavemente posicionándose mejor entre mis piernas y sin previo aviso, se hundió dentro mío, dejándome sin aire. Me sorprendió.

—Dios.. Cierra la boca, quieres.—Musite entre dientes apoyando una de mis manos sobre su hombro, clavando mis uñas en el.

Mantuve mis ojos cerrados mientras él comenzaba a moverse luego de unos segundos en los cuales me dejó acostumbrarme a su tamaño. Deje escapar un leve gemido y lo senti sonreír contra la piel de mi cuello. Lo bien que se sentía era de otro mundo, sin dudas.

—Oh.. —Jadie.—Ri-rick.—Gemi su nombre un sin fin de veces sintiendo lo profundo que llegaba dentro mío. Sus besos húmedos en mi cuello y pecho no ayudaban a la situación. Sus manos me agarron fuertemente de la cintura, haciendo movimientos más fuertes y precisos.

Abrí los ojos encontrándome con sus intensos ojos azules que se encontraban más oscuros de lo normal. El deseo que transmitían me dejaba sin aire, trague seco y él me beso.

Estaba al limite.

Preciono sus labios sobre los míos callando mis gemidos que se estaban volviendo incontrolables porque estaba a segundos de llegar al clímax perfecto que tanto anhelaba. Aferre mis manos a su espalda sintiendo que me estaba desarmando bajo su cuerpo con toda la mezcla de sensaciones que estaban recorriendo mi cuerpo en ese instante.

—Te amo, rick..—Susurre contra sus labios cuando llegamos a la vez. Él sonrió contra los míos, pero no me contestó y se sintió horrible. Dolió, pero no dije nada.

Cerré los ojos soltando un suspiro pesado, sintiendo como él se acostaba a mí lado totalmente agotado. Lo mire de reojo y me senté, lista para ponerme mi ropa e irme de esa celda.

Me miro seriamente.

—¿No vas a quedarte?—Pregunto.

Negué.—Tengo cosas que hacer, grimes.

—Oh..

DOBLE VIDA ▪︎ R.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora