DOBLE VIDA ▪︎ R.G

CAPÍTULO 21: BIENVENIDA, ALISON.

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—Necesito irme de aquí. Dime como puedo hacer para irme, no necesito que me des nada.. solo muéstrame la salida y no volverás a saber de mi, por favor. Solo quiero irme.—Insistió siguiéndolo de cerca. No lo dejaría en paz hasta tener respuestas o hasta que almenos la dejara salir de ahí dentro.

—¿Por qué quieres irte?—Pregunto, frenando su caminar. Girandose para quedar mirándola, frente a frente con ella.—Aquí lo tienes todo. Comida, seguridad y gente que te cuidara la espalda siempre.. mientras que afuera no tienes nada, porque tú misma dijiste que estabas sola y que siempre lo has estado.—Murmuro seriamente.

—Porque no sirvo para estar en grupo, porque no se donde estoy metida y tú ni me dices ni tu nombre.—Atacó con seriedad.—No me explicas nada de lo que esta pasando, ¿Por qué me quedaría aquí? No se sino eres un jodido psicópata que me va a matar cuando cierre los ojos.—Murmuro haciéndolo reír ligeramente con ironía.

—Eres una cosa maravillosa, cariño. Me sorprendes mucho con esa actitud.. Los chicos tenían razón cuando dijeron que me encantaría tenerte con nosotros, sin dudas quiero que te quedes.—Murmuro con una sonrisa.

—¿Quién eres?

—Negan, ¿Y tú? ¿Quién eres alison?

La pelinegra lo quedó mirando con sorpresa al oír su nombre. No porque lo conociera, solo que no podía creer que le hubiera dicho su nombre con tal facilidad después de haberlo evitado durante mucho tiempo.

—Solo soy alison.

—¿Solo alison? ¿Alison qué?

—Adams, alison Adams.

Él asintió ligeramente apoyando su bate de béisbol sobre su hombro, mirándola fijamente.—¿Te irás alison? ¿O te quedaras con nosotros?—Consulto enarcando una de sus cejas, dejándola sin palabras.

—¿Me mostrarás que es este lugar? Si lo haces, tal vez podría pensarlo.—Murmuro seriamente. No quería quedarse, pero necesitaba saber dónde estaba y estar mejor preparada antes de irse.

—Te mostraré todo. Te va a encantar este lugar, te lo prometo alison.—Le aseguro antes de seguir con su camino, con ella detrás.

Todo parecía estar bien ahí dentro. Lo que la sorprendía, porque había demasiada gente y parecía que no les faltaba nada. Estaban estables y tenían hasta de sobra.

No tenía palabras.

—Bienvenida, alison.—Le sonrió una mujer adulta mientras llevaba una canasta con fruta. Le sonrió por inercia, aunque no sabia como todos ahí dentro la conocían sin ella conocerlos.

Era extraño, pero no parecía un mal lugar a simple vista. Simplemente no le daba una mala impresión o una mala sensación, todo parecía estar bien. Normal.

—Aquí todos te van a recibir con los brazos abiertos.—La miro.—Espero puedas sentirte como en tu casa y te amoldes a nosotros en lo que te recuperas de la pierna, cuando estés mejor te diré en que puedes ayudarnos como grupo.

—¿Le das este recorrido a todos?

Negó.—No, solo lo he echo contigo. Tengo trabajo, alison, nos vemos luego.

—¿Por qué?—Inquirió con curiosidad. ¿Por qué era distinto con ella? No lo entendía, pero le generaba curiosidad todo lo que rodeaba al hombre del bate de béisbol.

—Nos vemos, alison.

Negan era un misterio.
Uno que no estaba segura si quería descubrir.