DOBLE VIDA ▪︎ R.G

CAPÍTULO 4: CUANDO HACEMOS EL AMOR.

ESCENAS +18
NO EXPLÍCITAS.

PASA DE CAPÍTULO SI NO ES DE TU AGRADO.

「♡

Sus manos recorrían mi cuerpo de una manera tan única, como si lo conocieran de memoria y supieran cada uno de mis puntos débiles, como robarme suspiro tras suspiró. No era consciente de en qué momento habíamos terminado en uno de los graneros, sobre una manta y solos con la luz de la luna, pero fue la mejor decisión de mi vida.

Tenerlo entre mis piernas, era lo mejor del universo. Mis manos se aferraron a su pelo con fuerza y mordí mi labio con la misma intensidad, intentando mantenerme lo más callada posible, por miedo a que alguien nos escuchara y arruinará nuestro momento.

—Dios..—Susurre en un jadeo cuando sentí mis piernas temblar y a él sonreír contra mi intimidad. Ese hombre me hizo perder la cordura en tan poco tiempo, que sentía que estaba hecho para mi.—Por favor..—Supliqué al no recibir atención durante unos segundos en los que él solo se dedico a observarme.

—¿Como?—Murmuro él con una sonrisa acusadora y no pude evitar sonrojarme al escucharlo. Agradecía que estuviéramos bajo la luz tan tenue de la luna.

—P-por favor..—Supliqué relamiendo mis labios aun con su mirada sobre mi cuerpo desnudo. Probablemente estaba siendo una perra necesitaba, pero me importo una mierda.

Él se acomodo nuevamente entre mis piernas y sin ningún aviso, se adentró en mi robandome un suspiro de satisfacción que no pude ocultar. Estaba siendo la mejor noche de mi jodida vida desde que comenzó el fin del mundo y no tenia dudas sobre eso.

—¿Feliz amor?—Pregunto él, sin dejar de moverse y no pude hacer otra cosa que asentir torpemente, porque no podía concentrarme, ni hilar muchas palabras.

—Oh.. d-dios..—Musite al sentir sus besos húmedos en mi cuello. Era tan bueno, sin dudas se notaba que sabía lo que estaba haciendo. ¿Como esa mujer había sido capaz de engañar a semejante hombre? No lo comprendía y nunca iba a hacerlo, solo podía agradecer por poder tenerlo haciéndome suya.

Mis uñas se clavaron en su espalda cuando sentí su mano tocar mi punto sensible mientras seguía moviendo su cintura de forma firme y constante. No iba a aguantar mucho más si él seguía de esa forma.

—Maldita sea..—Jadie haciéndolo sonreír de satisfacción y verlo verme de esa forma hizo que mis sentimientos dieran un vuelco.

Mis manos se aferraron a la manta bajo nosotros, formando un puño y mis piernas se envolvieron alrededor de su cintura cuando las embestidas se hicieron más profundas.

—Más..—Pedí en un susurró.—Por favor.. rick..—Supliqué y él obedeció como si mis pedidos fueran órdenes. Me fascinaba.

Sus movimientos comenzaron a ser más marcados y seguidos, dejándome sin respiración. Apenas podía mantenerme callada, me estaba desarmando bajo su cuerpo y parecía que a él le encantaba verme de esa forma, sin poder mantener el control.

—Oh.. —Jadie fuertemente al sentir ese cosquilleo en mi vientre, que me avisaba que estaba por llegar a la cima de la situación. Él puso su mano sobre mi boca, callando mis gemidos, los cuales ya no era capaz de controlar por el vuelco de emociones que estaba sintiendo mi cuerpo en ese preciso momento. —Dios.. te odio.—Murmure tirando mi cabeza ligeramente hacia atrás, luego del clímax.

Él se río.—Si, también te odio.—Aseguró acostándose a mi lado. Lo mire con una sonrisa y él se acercó, dejando un beso fugaz en mis labios.

—Eres de otro mundo, rick grimes.

Confesé con una sonrisa. Estaba agotada y mis piernas aún se sentían como gelatina.

—Debemos volver, preciosa.—Me recordó y no pude evitar quejarme ante eso.

—¿No podemos dormir juntos?—Murmure como si no supiera cuál iba a ser su respuesta.

—Tal vez algún día podremos, pero por ahora no, preciosa.

—Bien, solo dame un momento.

—¿No puedes ponerte de pie aun?—Pregunto él con diversión. Lo mire mal, haciéndolo reír.

—Cierra la boca, idiota.