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BRADLEY-

Max acariciaba mi nuca mientras yo lo abrazaba fuertemente. Llevábamos un buen rato recostados en la cama de mi habitación.

–Me gustan tus ojos Brad– dijo max en un pequeño susurro apenas audible para después acercarse a mi y darme un corto beso.

–También me gustan tus labios– paso su pulgar por mis labios para después besarme de nuevo, pero esta vez con más ferocidad.

Max metió su lengua dentro de mi boca, mientras que llevaba sus manos a mi trasero y lo apretaba causando que un gemido saliera de mi y se ahogará en sus labios.

Corto el beso y me miro a los ojos para después hablar.

Tienes que despertar Bradley, me tengo que ir– no comprendi sus palabras hasta que de un momento a otro Max comenzo a desaparecer.

Desperte exaltado y empapado de sudor, había sido un sueño.

De nuevo había soñado con el novato, era tal vez la sexta vez que soñaba con el, este sueño había sido algo normal comparado con los otros, en los que bueno... Hacíamos algunas cosas.

Esta situación realmente me estaba cansando, me sentía como un pervertido.

Voltee hacia la mesita de noche y vi que apenas eran las cuatro de la mañana, ya no podría dormir más y faltaban tres horas para que las clases comenzarán.

Me levante y me dirigí al baño, tomaría una ducha y comenzaría a prepararme para la escuela.

Cuando termine de alistarme mire el reloj de nuevo y ya eran las cinco de la mañana.

Tal vez un café y un pequeño paseo hagan que el tiempo pase más rápido, tome mi teléfono, mis libros, un poco de dinero y sali de mi habitación.

Al salir de mi edificio el aire fresco me recibió, el sol apenas se asomaba por sobre los árboles.

Camine rumbo a la cafetería para comprar ese café que tanto anhelaba, al llegar no había mucha gente solo unas cuatro personas, me acerque al mostrador y enseguida alguien se acercó para tomar mi pedido.

–Buenos días, que pedirá– pregunto el amable chico que me atendería.

–Quiero un café con cocoa acompañado de una orden de brownies, para llevar– dije mientras observaba el menú.

El chico asintió con la cabeza para después retirase, me acerque a una de las mesas y me senté ahí hasta que me entregaron mi pedido.

–Aquí está, serán veinticinco dolares– dijo el camarero mientras me entregaba el pedido.

Pague y me levante de mi asiento, salí del lugar y revise la hora de nuevo, eran las cinco y treinta.

Camine un poco para buscar un lugar en el que comer hasta que vi una banca y decidi comer ahí.

Al sentarme bebí un poco de mi café y el líquido caliente sabían tan bien, después abro la pequeña caja de brownies y le di un mordisco a uno.

Le di otro sorbo a mi café, en ese momento escuche una voz decir mi nombre repetidas veces, reconoci esa voz inmediatamente, era Max Goof.

Se acercó a mi con pasos largos y me saludo alegremente.

–Hey Brad, buenos dias– dijo mientras se sentaba a mi lado y me miraba con una gran sonrisa.

–Buenos días Max– dije al mismo tiempo que sacaba otro brownie de la caja y me lo llevaba a la boca.

Mientras lo hacía podía sentir la mirada de Max en cada uno de mis movimientos, pensé que tal vez quería un brownie así que le ofreci uno.

–¿Quieres uno Max? – estire la caja de los brownies hacia Max , este solo se quedó mirándola unos segundos para después tomar uno y agradecer.

–Esta delicioso Brad– dijo Max aún con la boca llena, no se por qué pero eso se me hizo un poco... Lindo.

Max era lindo, muy lindo, demasiado lin-

–Brad, aun sigues ahi– dijo Max mientras pasaba una de sus manos frente a mis ojos.

–Perdon es que te pregunte algo pero no me respondias– dijo con un leve sonrojo.

–Lo lamento, que era lo que me habías preguntado–dije con cierta duda.

–Que si me dabas otro brownie– paso una de sus manos detrás de su nuca ahora completamente sonrojado.

Se veía tan lindo cuando se sonrojaba.

Estire la caja de brownies y Max tomó un brownie con mucha felicidad, rápidamente se lo llevó a la boca y lo comió rápido.

Algunas migajas habian quedado sobre su boca así que acerque mi mano a su cara y con mi dedo pulgar limpie las migajas, viendo cómo los carnosos labios de Max estaban un poco entreabiertos.

Dirigi mi mirada hacia los ojos de Max y me di cuenta que me estaba viendo fijamente, me puse nervioso así que solo aleje mi mano de sus labios y voltee hacia el suelo.

–Y-yo... – me había quedado sin palabras, por primera vez no tenía nada que decir, y mi corazón estaba que se salía de mi pecho.

Pero de un momento a otro Max acercó su mano a mi barbilla y la volteo hacia su direccion, acercó su cara demasiado a la mia, entonces me di cuenta de que aún quedaban algunas migajas.

–Quitalas Brad, quita las migajas– nuevamente levante mi mano para limpiarlas, pero Max me detuvo y acercó aún más su rostro. – Quitalas con tu lengua Bradley– susurro en un tono ronco.

–¿Que, con mi lengua? – Max solo asintió, bueno Max me estaba pidiendo algo y quien era yo para negarme.

Lleve mi mano a la mejilla de Max y me acerque lo suficiente como para que nuestros labios se rozaran, saque la lengua y comenze a limpiar todas y cada una de las migajas.

Después de unos segundos no aguante más y me apodere de los labios de Max, lo bese tanto como lo había deseado, lleve mis manos a su nuca y el llevo las suyas a mi cintura.

Max intensificó el beso y mordió un poco mis labios, haciéndome soltar un jadeo, bajo una de sus manos hasta mi trasero y dio un fuerte apretón.

Nos separamos por falta de aire, trate de hablar pero el me beso de nuevo, me jalo hacia el para ponerme sobre su regazo y yo comenze a mover un poco las caderas y entonces lo recordé, estábamos en medio del campus, cualquier persona podía vernos.

Rompí el beso, eso hizo que Max quedará  algo confundido.

–Alguien puede vernos, hablemos sobre esto despues, ven a mi habitación esta noche– le di un último beso y baje de su regazo para comenzar a recoger mis cosas.

–Bien, ahí estare– dijo el, antes de irse dejó un golpe sobre uno de mis glúteos y después se fue corriendo.

Acaba de tocar mi trasero (y me gustó).

Y esta noche ira a mi habitación...

[...]

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𝙱𝙴𝚂𝙾𝚂 𝚁𝙾𝙱𝙰𝙳𝙾𝚂 | (𝙼𝙰𝚇𝙻𝙴𝚈) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora