𝙱𝙴𝚂𝙾𝚂 𝚁𝙾𝙱𝙰𝙳𝙾𝚂 | (𝙼𝙰𝚇𝙻𝙴𝚈)

11-

MAX-

Paso poco tiempo antes de que Bradley volviera a la habitación, tal vez menos de diez minutos y siendo sincero estoy desesperado por que me diga quien era la chica que tocó la puerta, incluso me comenzó un tic nervioso en la pierna.

El tic consistía en un constante movimiento de mi pierna, de arriba hacia abajo y viceversa.

Cuando entró a la habitación solo cerro la puerta, laqueo esta y se sentó a mi lado, lentamente acerco su mano a la mia y con mucha delicadeza unió nuestras manos.

Su tacto me calmo un poco, pero aún me carcomia la duda de quien era la chica, me voltee hacia el para preguntarle, pero al hacerlo me percate de que tenía una mirada triste, el brillo tan característico de sus ojos no estaba y me sentí tan preocupado por el.

– Hey, Brad, que paso – pregunte mientras tomaba su otra mano y acariciaba sus nudillos.

El dirigió su vista a nuestras manos y después volteo hacia mi, pude notar que el contenía las ganas de llorar, pues, sus ojos se veían un poco acuosos.

– La chica que vino, es una de las tantas chicas con las que mi padre trato de comprometerme, después de unos meses saliendo le dije que no me gustaba ni un poco y lo dejamos, pero mi padre comenzó a pagarle para que viniera a rogarme y gritarme cosas horribles – sus ojos se llenaron de agua y eso fue un gran golpe n para mi – Pero cuando sali ella me dijo que lamentaba tanto lo que me había hecho y me dijo... Dijo que mi papá... Quiere hacerte daño y yo se bien como es papa, cuando quiere algo siempre lo consigue y te aseguró que el no parara hasta que te vea muerto y yo no quiero que mueras – al terminar de hablar se desplomó sobre mis brazos mientras lloraba.

No sabía que decir, haci que solo lo tome entre mis brazos y lo abraze fuerte, como si algo malo nos fuera a pasar.

– Todo va a estar bien Brad, lo juro, no me pasará nada malo.

Nadie dijo nada más, me de coste un poco sobre la cama y el tono lugar en mi pecho, aferrando sus manos a mi camisa como si yo fuera a desaparecer.

No me di cuenta cuando el se quedó dormido, pero a los pocos minutos yo lo hice también.

*

BRADLEY-

Abrí mis ojos lentamente, tratando de acostumbrarme a la luz, no se cuanto tiempo dormi pero Max aún sigue dormido.

Intento alejarme de el con lentitud y silenciosamente, pero no lo logró pues el tiene sus brazos alrededor de mi, no deseaba despertarlo haci que sin más volvi a tomar lugar junto a él.

Me gustaba el silencio que había en la habitacion, no era un silencio angustioso, sino un silencio cómodo, si, haci era como me sentía al lado de Max, es como si el me complementará, me siento tan libre estando a su lado.

Pero me preocupa lo que mi padre pueda llegar a hacerle, tal vez Max no le dio mucha importancia a lo que le dije, pero yo si lo hago, me importa demasiado como para dejarlo pasar haci de fácil.

Entonces decidí que este fin de semana iré a casa y hablaré con mi padre, le diré todo lo que pienso acerca de sus acciones inmaduras e idiotas y también le diré que ya no me importa lo que piense de mi.

Max me ha dado la valentía suficiente para poder enfrentarlo, se que tengo el valor suficiente para hacerlo.

El movimiento del cuerpo de Max me hizo salir de mis pensamientos, este abrió los ojos e inmediatamente acerco sus labios a mi cuello, depositando pequeños besos sobre este, causando pequeñas risas en mi.

Me encanta lo cariñoso que puede llegar a ser, pero no estoy seguro de si yo le correspondo de la misma manera.

Jamás he sido una persona demasiado amorosa o ese tipo de cosas, creo que jamás he recibido el suficiente amor como para poder dar de este mismo, lo único que he recibido en toda mi vidas son órdenes y exigencias.

Nuevamente Max me saca de mis pensamientos, esta vez tocando mis hombros.

– ¿Estas bien Brad? – pregunto con cierto tono de preocupación.

Me quedé en silencio durante algunos segundos, pensando en si debería de decirle que estaba muy preocupado o mentirle.

– Si, estoy bien, solo estaba pensando – le respondi y después sonreí, fue la sonrisa más forzada que he puesto en toda mi vida.

– No te creo.

– Pues deberías de hacerlo – me aleje de su lado y baje sali de la cama, tan rápido como pude tome camino hacia el baño.

Paso poco tiempo antes de que escuchará los pasos de Max dirigiéndose a la puerta del baño, tocó esta unas cuantas veces e insistió en que yo tenía, pero nuevamente lo negué.

– Encerio no tengo nada, ya te lo dije, no actues como una madre preocupada o algo haci.

– Esta bien, te creeré, pero sólo quería saber cómo estabas es todo.

Escuche los pasos alejarse y demasiado mi cimiento en la habitación haci que abrí la puerta y al hacerlo mi visita se dirigió a Max, quien se estaba poniendo sus zapatos, se hiba, tenía que irse.

– Te esperaré fuera de la escuela, cuando salgamos te llevaré a un lugar que se que te encantará – se acercó a mi con cierto apuro y depósito un beso en mis labios, tomo su mochila y salió de la habitación despidiéndose de mi con su mano.

Inconscientemente sonreí, ese era el efecto de Max, o lo era por lo menos en mi, hacia acciones involuntariamente.

Creo que ya lo dije o no lo se, pero cuando estoy con el todo es diferente, el me complementa.

Max era mi mundo.

[...]

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