Capítulo la venganza XIV

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Marck parpadea, tratando de enfocar su vista en la figura borrosa que se encuentra frente a él. El dolor en su cabeza es pulsante y sus extremidades están entumecidas por las ataduras. La voz burlona de Ryan se hace más clara mientras se acerca, sus ojos brillando con malicia.

-Sí, soy yo, Marck. ¿Sorprendido? -dice Ryan, sosteniendo un cigarro entre los dedos mientras se agacha para estar a la altura de Marck-. Siempre he admirado tu tenacidad, pero hoy has caído en tu propia trampa.

Marck intenta mover las manos, pero las cuerdas son demasiado fuertes. Su mente corre, buscando una salida. Mira a Ryan, tratando de mantener la calma.

-¿Qué quieres, Ryan? -gruñe Marck, intentando sonar desafiante pese a su situación.

-Quiero verte caer, Marck. Quiero que sufras lo que has hecho sufrir a otros -responde Ryan, su voz llena de odio-. Pero primero, quiero información.

-¿Información? -Marck se ríe, aunque el dolor lo hace retorcerse-. Sabes que no te diré nada.Ryan sonríe y se endereza. Hace una señal y uno de sus hombres se acerca con un maletín. Al abrirlo, Marck ve una colección de herramientas de tortura, similar a las que él mismo había usado en tantas ocasiones. Su estómago se revuelve al darse cuenta de lo que viene.

-No me subestimes, Marck. Todos tienen un punto de quiebre -dice Ryan mientras toma una pinza de metal del maletín-. Y tengo todo el tiempo del mundo para encontrar el tuyo.

Marck cierra los ojos, preparándose para lo que vendrá. El primer dolor llega cuando Ryan clava la pinza en una de sus uñas, arrancándola con una precisión cruel. Marck grita, pero se muerde la lengua para no darles la satisfacción de escuchar su sufrimiento.

-¿Dónde está la mercancía que robaste? -pregunta Ryan calmadamente mientras observa la sangre brotar de la herida de Marck.

-No te diré nada -escupe Marck, sintiendo la ira arder en su interior.Ryan suspira, como si lamentara la resistencia de Marck. Se inclina hacia él, susurrándole al oído.

-Sabes, tu querida Luna está en peligro. Tengo hombres vigilándola ahora mismo. Podría hacerle daño con solo una llamada.

Marck siente que el pánico lo envuelve. Luna. No puede dejar que le hagan daño. Respira profundamente, tratando de calmarse.

-No te atrevas a tocarla -dice entre dientes, su mirada fija en la de Ryan.

-Entonces empieza a hablar -responde Ryan, sonriendo fríamente.

Marck sabe que está atrapado. Pero también sabe que debe ganar tiempo. Necesita encontrar una manera de salvar a Luna y salir de allí. Piensa rápido, recordando los detalles de la ubicación de la mercancía robada.

-La mercancía... está en un almacén en el puerto. -miente Marck, esperando que su mentira sea convincente-. Número 14. Está bien escondida.

Ryan lo mira, evaluando la veracidad de sus palabras. Hace una señal y uno de sus hombres sale de la habitación, presumiblemente para verificar la información. Marck sabe que su tiempo es limitado. Debe actuar rápido.

-Tal vez estás diciendo la verdad -dice Ryan, volviendo a torturar a Marck-. Pero hasta que lo confirme, no podemos dejar de divertirnos, ¿verdad?

Los minutos pasan lentos, cada segundo lleno de dolor. Marck lucha por mantenerse consciente, por mantener la esperanza. Entonces, escucha un ruido afuera. Gritos, disparos. Sus ojos se abren con sorpresa y esperanza. ¿Podría ser que sus hombres hayan venido a rescatarlo?La puerta del sótano se abre de golpe y un grupo de hombres irrumpe, armados y listos para pelear. Es su segundo al mando, Alexandru , quien lidera la carga.

La Venganza Detras De TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora