En la base de Marck, el equipo continuaba sus preparativos para la próxima confrontación con Ryan. Alexandru se acercó a Marck mientras Luna se dirigía a su habitación para descansar.
—Jefe, hemos identificado varias propiedades de Ryan. Estamos listos para actuar cuando lo ordenes —informó Alexandru.
Marck asintió, pero su mente estaba parcialmente distraída pensando en Luna. Sabía que la seguridad de todos dependía de la próxima acción que tomaran.
—Bien, Alexandru. Quiero un plan detallado de cada ubicación. Necesitamos asegurarnos de que estamos preparados para cualquier cosa —respondió Marck, tratando de enfocarse.
Esa noche, Luna no podía dormir. Las palabras y los gestos de Ryan seguían repitiéndose en su mente. Decidió salir a caminar un poco por los terrenos de la base, buscando claridad. En ese momento, Marck la encontró.
—¿No puedes dormir? —preguntó él, con una voz suave.
—No, demasiadas cosas en mi mente —respondió Luna, mirando las estrellas.
—Sé que fue difícil. Si quieres hablar de ello, estoy aquí —dijo Marck, colocándose a su lado.
Luna lo miró, viendo la preocupación genuina en sus ojos. Decidió confiar en él, pero solo hasta cierto punto.
—Ryan me trató de manera diferente a lo que esperaba. Me contó cosas sobre su pasado, cosas que me hicieron verlo de otra manera —comenzó Luna, buscando las palabras adecuadas—. Pero no me hizo daño, Marck. Solo quiero que sepas eso.
Marck asintió lentamente, tratando de procesar lo que Luna le decía. Parte de él quería saber más, pero también sabía que forzarla no ayudaría.
—Lo importante es que estás a salvo ahora. Vamos a superar esto juntos —dijo Marck, apretando suavemente su mano.
Al día siguiente, Marck y su equipo se prepararon para el enfrentamiento final con Ryan. Las tensiones estaban altas, y todos sabían que cualquier error podría ser fatal. Luna, aunque preocupada, decidió quedarse cerca de Marck, ofreciéndole su apoyo.
En medio de la planificación, una llamada inesperada llegó al teléfono de Marck. Era un número desconocido, pero la voz al otro lado era inconfundible.
—Marck, soy Ryan. Quiero hablar contigo. Cara a cara —dijo Ryan, con una voz firme pero sin la habitual hostilidad.
Marck sintió una mezcla de sorpresa y sospecha. Miró a Luna, quien había escuchado la conversación.
—Acepta. Quizás haya una manera de resolver esto sin más violencia —dijo ella, con una mirada implorante.
Marck asintió, tomando una decisión difícil.
—Está bien, Ryan. Nos encontraremos. Dime dónde y cuándo —respondió Marck, su voz firme.
Horas después, en un terreno neutral y con ambos bandos presentes pero manteniéndose a distancia, Marck y Ryan se encontraron. Las miradas eran tensas, pero había una determinación en ambos líderes.
—He decidido que esta guerra no nos llevará a nada bueno, ni a ti ni a mí —comenzó Ryan, mirando a Marck directamente a los ojos—. Quiero una tregua. No por nosotros, sino por las personas que nos importan.
Marck lo escuchó atentamente. Sabía que aceptar una tregua no era una decisión sencilla, pero también entendía que la violencia continua solo traería más destrucción.
—Estoy dispuesto a considerar una tregua, pero necesito garantías, Ryan. No puedo poner en riesgo a mi gente sin alguna forma de seguridad —respondió Marck.
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La Venganza Detras De Tí
Teen FictionSe encontraron en una mansión, y unos mafiosos le pidieron que trabajaran con ellos a lo que aceptaron.... Los días iban pasando nuestra protagonista se enamoro de los dos, pero el destino la obliga a quedarse solo con uno de los dos. A pesar de el...