Zamael
Estaba lo suficientemente caliente como para que tocarla fuera un delito,ahora la tenía sobre mi tan hermosa con los labios hinchados, y los ojos muy abiertos. Me contuve para no reírme en su cara,si lo hacía podía recibir un puñetazo directo en la nariz.
Mi boca se deslizó de nuevo por su cuello, mordisquee la piel sensible hasta que apreté su cintura.Baje y tome sus nalgas en mis manos,las apreté y luego jadee.Su pulso estaba tan acelerado que podía escucharlo vividamente.
— ¿Que pasa por esa cabeza?— Murmuré mientras mis labios presionaban de nuevo sus pechos.
Uno de mis dedos bajo para tocar su clítoris de nuevo, movimientos circulares.Entrando y saliendo con fluidez por ese botón húmedo.
— Solo cállate...—Dijo tan bajo.
Le di una nalgada con mi mano libre, la tierna carne resonó,una tras otra. Palmee sus nalgas sin detener los dedos en su interior.Añadí un tercer dedo y apenas podía escuchar palabras,solo eran incoherencias lo que escapa de su boca.
— Debes aprender a decirme lo que pasa por tu mente.
— ¿ Y...si no quiero?— Desafío altanera. Yo le propine una nalgada más fuerte que la anterior, su tierna carne se sentía caliente, era tan blanca que debía estar roja.
No respondí, con Hera lo mejor era hacerle caer en su propio juego. Dar un pasó,como el rey de un juego de ajedrez. Uno que debías pensar,analizar y estar el pendiente de lo que pasaba por su mente.
Tome un pezón erecto en mi boca,mi erección volvía a ponerse dura por esos sonidos eróticos. Era toda una visión verla así,hacia más de tres años que no hacíamos esto. ¿La razón? Estábamos resentidos por una u otra cosa, específicamente asuntos de la organización. Hera me había estado ignorando por el idiota de su subordinado Akito,un lame botas que creía no me daba cuenta de lo que pasaba al verla.
Pero ahora no quiero pensar en el,solo quiero concentrarme en ella,por su pulso está tan excitada,aprieta los muslos para soportarlo. No dejo que se corra demasiado rápido,alejo mis dedos y acaricio la piel de sus glúteos dándole una palmada.
— Corazone...— Susurro con voz baja.
— Idiota.
Ella me hace caer acostado, se recompone y se acomoda sobre mi cuerpo,ahora siento los cojines bajo el sofá. Sus manos descienden desde mi pecho a mi cuello, lo aprieta,ejerce presión sin apartar sus iris azules de los míos. Yo contengo un gemido,presiona con más fuerza y ya no puedo evitar gruñir.
Mi dura erección presiona su vientre,es tanto que el duele y tengo que apretar su cintura. Comienza a torturarme, frota mi eje duro contra su piel. Mi agarre se hace más fuerte,ya no puedo contener los gemidos y maldiciones de mi boca.
Puedo verla sonriendo,apenas está obteniendo algo pequeño de mí,después de un rato es casi axficiante como aprieta mi cuello. La cabeza me da vueltas,me contengo para no follarla sin pedir permiso pero ahora. Quiero verla,admirarla, adorarla sobre mi,ella sabe dónde tocar y como moverse para hacerme perder la cordura.
Una que no tengo.
Trago saliva, mis dedos se marcan en su piel,queriendo grabar mi marca en ella. Que sepan que ha sido mía,prolongar este momento hasta que quedemos sin aliento. Tocar y venerar cada rincón de su anatomía como a una Diosa.
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Al borde de perder mis piezas
Mistério / SuspenseAxel Allan,un hombre encantador, con una vida llena de lujos desde su niñez adorado por su belleza e inteligencia,detrás de aquella fachada perfecta se esconde un monstruo. Uno real que es capaz de hacer lo que sea con tal de consegir lo que quiere...