Él estaba siendo prepotente y bastante engreído con sus amigos, sin embargo, toda esa prepotencia le sentaba tan bien que no podía dejar de escrutar todo su rostro y sexy anatomía.
—Vamos linda, ahí viene nuestro profesor —señaló al alto hombre que estaba comenzando a quedarse calvo.
Luego de dejarme en mi asiento en la primera mesa de la fila, frente al escritorio del profesor, él y sus dos amigos caminaron hasta el final del aula para tomar sus respectivos asientos.
[Narra Ethan]
Una vez el calvo hombre con piernas y brazos de Slenderman inició con la tortura, digo, con la clase. Lucas junto a Marcos me acribillaron con preguntas:
—¿Qué fue todo ese espectáculo antes de entrar? —el castaño fue el primero en lanzarse.
—Todo es parte del plan —les guiñé el ojo empírico. Y no mentía, yo estaba haciendo todo por la apuesta, pero me era imposible ignorar el maltrato que ella tenía que soportar.
—¿Entonces no sientes nada por ella y solo lo haces por bondad? —interrogó jovial Marcos, creyendo que me estaba acorralando contra las cuerdas.
—Ya lo saben —sus ojos se expandieron y tuve que reprimir la risa—. Yo no caigo en el amor por nadie —afirmé con seguridad, pero en el fondo, muuy en el fondo, doblando a la abandonada izquierda, sabía que algo no cuadraba. No era normal que recordar su adorable sonrisa me provocara una genuina a mí.
Tampoco era del todo extraño mi interés, puesto que mi cuponcito es diferente a todas, y de algún modo eso la vuelve llamativa e intrigante.
Nadie la conoce con exactitud, por ende adquiere un valor de exclusividad que me tienta, y me conduce a tener la necesidad de descifrarla lentamente, sumiéndome más y más en su pureza, en su ternura, en su dulce voz, en sus tímidas mejillas carmesí cuando se pone nerviosa y en esa inexplorada piel aperlada que nadie jamás ha besado.
En resumen, es mera curiosidad y deseo sexual, eso está a la vista.
[…]
Al sonar la campana, ella salió caminando directo a la puerta, era como si me hubiese olvidado.
[Narra Natasha]
Filosofía era de mis materias preferidas, por lo tanto durante esas dos horas me mantuve tan inmersa en la materia que me olvidé por completo de Ethan.
Al final de la clase moría de hambre. Me levanté de mi asiento y caminé a paso apresurado a la puerta. Debía llegar a la cafetería antes de que se atascara de simio-alumnos hambrientos, transformando la simple tarea de comprar en una completa odisea cargada de empujones y pisadas de esos grandes salvajes.
—¿Adónde vas sin mí? —su sonrisa y ese simple tacto en mi brazo, lograron estremecerme. Pero no fui la única movilizada, el resto de las chicas que nos rodeaban se quedaron viendo indignadas.
—Em…Solo iba por un bocadillo, en verdad muero de hambre —desvié la mirada mordiendo el lateral de mi labio inferior. Era imposible no cohibirse teniendo enfrente a alguien tan imponente como lo era él, y no hablo solo de su enorme físico de Gokū. Sino también de su aura vibrante, llena de vigor, y su atractivo exorbitante. Sin mencionar como provoca que mis latidos enloquezcan con frenesí si me mira fijo.
—En ese caso, vayamos juntos, yo te abriré paso para que no tengas que esperar y pueda tenerte toda para mí —me guiñó el ojo, haciendo añicos mi cordura.
¿Toda para él…?
Me tomó de la mano y emprendimos el viaje a la cafetería.
He de reconocer que se sentía tan ilusorio el estar paseándome por los pasillos tomada de su mano, que por momentos se volvía una situación tan quimérica que me asustaba tener que despertar y afrontar una desolada realidad opuesta a esta.
A medida que nos íbamos adentrando más entre la multitud, los que veían a Ethan con esa mueca intimidante se hacían a un lado, abriéndonos paso. Creando un camino directo al mostrador, donde la sonriente Mary esperaba a sus clientes.
Nunca en mi vida había llegado tan rápido como ese día. Estaba feliz, él hacía todo más sencillo.
—Ahora que ya comiste tu tostado me acompañarás al patio —explicó abrazándome por los hombros, cubriéndome con su musculatura.
Nos dirigimos hasta un árbol de castañas, allí estaba Lucas y Marcos con unas pequeñas bolsas en sus manos.
—¡Bien, aquí estamos! —enunció algo ansioso y me tomó de ambas manos, observándome directo a los ojos.
¡Divino Entei, solo tengo un corazón!
La suave brisa hacía danzar su cabello y la parte desabotonada de su camisa.
Sus amigos permanecían detrás del frondoso árbol y mi mirada se cautivó de forma irreversible con el resplandor de la suya.
—Tal vez puedas creer que es algo apresurado, pero ya sabes que soy muy decidido cuando alguien me interesa, y tú; tú en verdad lo haces. Por esa razón, quiero hacerte una importante pregunta —se relamió los labios, parecía… ¿Nervioso…? ¡Diablo’ chico! ¿Ethan Jones, estaba nervioso? ¡¿En verdad?!
—Okey… Eh, dime —le sonreí, acariciando el dorso de su mano con mi pulgar, esa era mi manera de inyectarle confianza.
—Natasha… Estuve pensando, digo, me gustaría saber —sus pupilas divagan entres las nubes blancas y vuelven a mí —… Tú… ¿Quisieras ser oficialmente mi chica? —remató, y por fin su sonrisa hizo presencia.
Lucas y Marcos se asomaron, lanzando una estela de pétalos rojos al aire.
—¿T-tú chica? —tartamudeé formulando una pregunta retorica, pues había entendido el concepto de la proposición pero estaba tan pasmada que no pude evitar repetirlo solo para confirmar que mi sistema auditivo no me estaba engañando.
—Sí. Mi chica, mi novia, mi compañera, como tú quieras llamarlo —enumera casi sin respirar, aspira aire y parece relajarse al elevar las comisuras con entusiasmo, formando un diminuto hoyuelo al costado superior de su mentón—. ¿Quieres…? —sus ojos me calaban con súplica, enmarañando las mariposas desenfrenadas de mi incrédulo estómago.
WTF
Estaba boquiabierta.
¿Dónde escondieron las cámaras? ¿Es broma, cierto?
~~~♡~~~
Perdón por desaparecerme, pero planeaba actualizar el sábado pero el viernes a la noche me empecé a sentir mal, y la gripe avanzo tanto que tenía 38 de fiebre.🤒 Por lo que estuve todo el día en cama, ni siquiera comí.😶🌫️ Igual no se preocupen ^^ ya estoy un poco mejor, sigo con fiebre y tos pero ya logré juntar un poco de energía y acá estoy 🫶🏻
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