Salvaje Amor

El intruso

DAKOTA

Al llegar a casa me sentía exhausta y me daba cuenta por primera vez de lo vacía que me sentía en  aquella casa, fui hasta  la cocina y me prepare algo para comer, después me daría un baño relajante y así podria reposar un poco mi  tobillo lastimado. Encendi la televisión de la cocina para no sentirme tan sola mientras cenaba.

Por un momento me perdi en mis pensamientos sintiéndome mal de que aquel vaquero me hiciera olvidar a mi padre por unos instantes, no era raro que sintiera aquella atracción sexual, por otro humano mientras enfrentabas una muerte, pero eso no me hizo  sentirme menos culpable, pronto senti mis  mejillas humedecidas y mis sollozos superando el volumen del televisor, depues de tanto tiempo me  permiti llorar la muerte de mi padre, por mi compromiso roto y por todos los sentimientos que guardaba. despues de mi catarsis enjuague los platos y sintiéndome cansada y deprimida subi a la habitación para prepararme  para dormir. Tome  un largo baño caliente y lei unas cuantas paginas de una novela romántica.

De pronto los recuerdos del vaquero misterioso volvieron a mi cabeza, tenía la intuición que era la clase de hombre que podría tumbar a una mujer y poseerla allí mismo como un torbellino de pasión ardiente, una idea ante Cody diciéndome y calificándome como vulgar y poco civilizada apareció en mi mente, sin embargo no podía dejar de pensar en que si estuviera debajo de aquel cuerpo sentiría el suelo temblar y que ese vaquero desconocido se aceguraria de hacerme sentir  en el cielo. Alejando esos pensamientos de mi cabeza sali  del baño para irme  a dormir...

HUNTER

Apenas llegue a casa, fui directo a servirme un trago de wisky, recorri con mi mirada el lugar dándome cuenta de que no tenia a nadie que me recibiera en ella, admitía para mi mismo que quería algo más que mi  despreocupada vida de soltero, a veces soñaba con lograr un hogar, conseguir una esposa, hijos una familia...

No podía sacarme aquella rubia de ojos verdes de la cabeza, me reñi  a mi  mismo porque un tiempo atrás hubiese logrado que ella aceptará esa invitación. Alejando esos pensamientos lleve mi vista al teléfono que emitía una luz roja, camine hasta el y le di reproducir al mensaje.

 Era de una de mis vecinas Maggie, indicándome que en la casa de mi antiguo socio estaban las luces encendidas y que, si no era el ni el abogado, podría tratarse de ladrones, por lo que me dispuse a salir rumbo a la casa para asegurarme de que todo era una falsa alarma.

Al llegar pude ver que las luces si estaban encendidas y alguien logró entrar en la casa, mientras avanzaba me di cuenta que no había ningún vehículo en el camino , la puerta parecía cerrada al igual que las ventanas, a paso sigiloso rodeo la propiedad y salto la alta vaya del patio, llego a las puertas de cristal de la parte trasera para poder entrar, el ladrón debió dejar alguna ventana o puerta abierta, saque las llaves que guardaba en mi pantalon  y entro , se escuchaban ruidos en el piso de arriba asi que alguien estaba aqui...

DAKOTA

Los ladridos de los perros lograron sacarme de la cama, por lo general el vecindario era tranquilo, me coloque un camisón azul y a oscuras pase por el cuarto de mi padre y observe por la ventana que daba al patio trasero desde ahí pude ver una  figura masculina que se dirigía a las puertas traseras de la casa, senti que se me secaba la boca y mi corazón latía alarmado mientras trataba de recordar si había activado la alarma. Minutos después escuche como se abría la puerta, él intruso logro entrar a la casa, asustada contemple mi alrededor hasta encontrar  el teléfono en la mesita de noche, pense en llamar a la policía, pero me di cuenta que quizás durarían mucho en llegar  un minuto más podría ser fatal, me encontraba en buena forma física y al otro extremo estaba el guardia de seguridad del vecindario. Si, tenia que salir de la casa y estaría a salvo.

Baje las escaleras en completo silencio y me detuve para dar un vistazo antes de doblar en el pasillo,aterrada vi al intruso, estaba en medio del salón... un grito ahogado salio de mi boca asi que me lleve una mano a ella para callarlo, ¡Era él! El vaquero desconocido. La primera impresión que me había causado era la correcta, era un lunático pervertido y ¡acosador! Era obvio que ante mi negativa a cenar me había seguido hasta  casa.Lo vi atravesar el comedor, debía actuar rápido pero si corría escaleras arriba podía quedarme atrapada, me puse de cuatro patas y me escondi entre los muebles deslizandome a gatas hasta llegar al comedor, en la mesa vi un enorme jarrón,asi que  con manos temblorosas lo levante mientras lo escuchaba acercarse, cuando entro no dude y lo golpee con todas mis fuerzas en la cabeza. 

Escuche como soltaba un gemido y caía al suelo, apresurada encendi la luz y vi que  se encontraba fuera de combate, suspire aliviada y llame  a la policía. A los pocos minutos ya se encontraban en la casa, un policía se encontraba junto a mi  tomando toda la información mientras el segundo registraba los bolsillos del pantalón del vaquero buscando algo que lo identificará .

-Señorita, tenemos problemas con su declaración, verá no podemos encontrar indicios de que entro por la fuerza- dijo uno de ellos

- ¡Eso es porque entre con mi maldita llave! - se separó del policía y sentó en una de las sillas encarándome

- ¡Tu llave! -. grite sorprendida. - ¿Cómo podrías tener una llave de la casa de mi padre?

- ¡Tu padre! ¡la casa! ¡Lo sabía! En el momento en el que entre y te vi lo supe. - gimió moviendo su cabeza mientras se tocaba un chichón al lado izquierdo de esta.
- Una mujer me a tumbado de un golpe. Nunca podre superarlo-.

Entonces, junto sus manos y las puso frente a los oficiales quienes estaban sorprendidos

-Póngame las esposas  y enciérrenme-. Dijo con sorna. - Quiero despertarme en una celda y descubrir que todo esto ha sido producto de mi imaginación y del alcohol. ¿Quieres quitarme la maldita luz de los ojos?

- ¿Se encuentra bien? - pregunto uno de los oficiales al ver que estaba delirando. 

-Si, tengo la cabeza dura- dijo. - nada que un par de aspirinas no puedan remediar- suspiro y dirigió su mirada a mi.

– Señorita Brown... Porque es usted Dakota Brown, ¿no?

-Si, ¿pero, cómo lo sabes? - pregunte con una extraña sensación y recelo.

-Lo se... lo se porque soy Hunter Grey, el amigo y socio de tu padre...

Tremenda bienvenida me habia dado...

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