Salvaje Amor

¿Buenos Comienzos?

DAKOTA

-Espero que te guste la música country-. Dijo en cuanto subimos a la camioneta, para ir a comer

- Claro que me gusta, y a ti te encanta ¿no?

- Prefiero dejarla para los sábados por la noche-. Me guiño un ojo

-Porque no me sorprende-. Negué con la cabeza

-Vamos Dak, cuando fue la ultima vez que saliste a divertirte.

-Oh bueno, la verdad es que no lo recuerdo, mmm...yo... solia estar solamente enfocada en mi trabajo ya sabes, no tenía tiempo para esas cosas. - y así evitaba a mi madre, pensé para mí misma.

-Tu padre, me había comentado que estabas por casarte, ¿vendrá tu prometido pronto por estos lugares o te iras pronto.?

-La verdad es que no. Termine mi compromiso con Cody hace poco-. Me aclare la garganta viendo por la ventana

- Vaya, lo siento creo que no debí preguntar.

-No te preocupes.

El resto del vieje no dije una sola palabra más, podía sentir de vez en cuando su mirada, pero me negué a devolvérsela, ese era un tema de tantos en los que no me sentía cómoda al menos por ahora.

-Hemos llegado Señorita Brown

Una sonrisa involuntaria se formó en mi cara al escucharlo

Un gran letrero nos mostraba el nombre del pequeño restaurante de pueblo La Jerónima en letras brillantes y al sitio algo desgastado por fuera.

-Vamos.

Su voz me saco de mi ensoñación, al verlo al lado de mi puerta no sé en qué momento llego. Baje de la camioneta con su ayuda y al tomar su mano mi corazón se aceleró rápidamente, alce la mirada y me tope con una que me miraba con una intensidad única y sentimientos que no podía descifrar, solté su mano y seguí mi camino, lo escuche suspirar, pero no voltee a verlo.

Al entrar me quede viendo todo a mi alrededor, se veía un sitio acogedor y tranquilo, todas las mesas rodeaban el lugar con sus banquitos de madera, con sus figuras de vaqueros por todo el lugar, sombreros, botas, sogas y una buena cantidad de personas estaban cómodas en sus conversaciones. Hunter llego a mi lado y me indico con la cabeza que lo siguiera a la mesa del fondo.

Es un lugar muy acogedor y al buen estilo del viejo oeste -. Le comenté

-Pues la verdad es que si, por aquí las costumbres no cambian mucho. Dijo levantando sus hombros.

Pedimos nuestra comida y mientras esperamos pedí un vaso de agua, Hunter por su parte se pidió una cerveza. El silencio en el que nos encontrábamos no era incomodo, pero había cosas importantes que debíamos hablar, así que aclare mi garganta y pregunte.

- ¿Cómo fue que mi padre y tu pusieron pornombre la Jota Company a la compañía? 

-Veras todo comenzó por las ganancias de una noche de juego-sonrió- era una de esas que duraba toda la noche en un cuarto trasero, ya sabes todo eso es ilegal por estos rumbos. Estaba ya por amanecer y teníamos nuestra ultima partida y como todos habíamos estado bebiendo toda la noche, las apuestas estaban subiendo al máximo, había un pozo importante. La mano era a cinco cartas y solo para hacerlo más interesante, el que daba dijo que quien tuviera una de jotas con el rey se llevaba la mitad del fondo. 

-Las jotas de picas y corazones y el rey de diamantes se representan de perfil, había que salir con pareja de jotas como mínimo. John llevaba, pero yo estaba en blanco, no tenía nada que valiera la pena. John robo tres cartas del mazo, pero no consiguió nada, yo saque cuatro y lo mismo, pero la última resulto ser el rey de diamantes. Entonces empezó a subir la apuesta como loco y tu padre también porque se estaba tirando un farol y quería que los demás pensaran que tenía un juego insuperable, cuando nos quisimos dar cuenta, todo el mundo había pasado solo quedábamos John y yo. La tenía una pareja de jotas y yo tenia el rey de diamantes, conseguimos el fondo y con eso empezamos la compañía, no fue tan simple, pero eso nos dio el empujón que necesitábamos y de ahí salió el nombre.