Mis Dos Salvajes

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Dakota

Cuando desperté a la mañana siguiente, estaba desnuda entre los brazos de Hunter,  no se marcho en la madrugada como lo hacían los demás. Sonreí adormilada y complacida, mientras lo observaba dormir pensé que un hombre que se quedaba toda la noche de verdad tenia intenciones serias. Me estiré un poco y me volví a acurrucar a su lado.

-Hum... eso a estado muy bien. Hazlo otra vez. - murmuro aun con los ojos cerrados y una sonrisa perezosa en sus labios.

-¡Estas despierto!

-No del todo, mujer me has dejado agotado. Quizás nunca pueda levantarme de esta cama.

-No me digas. Bueno entonces estarás a mi merced, ¿cierto? Aprovechare esta oportunidad para enseñarte un par de cosas sobre como se monta un salvaje.-movi mis cejas juguetona

-Adelante, porque si la memoria no me falla, para ser una chica de cuidad sabes cabalgar demasiado bien. - respondió sínico mientras me acariciaba un seno con la palma de su mano que no tardo en erguirse por su contacto y una oleada de calor subió por mi cuerpo. Se inclino sobre el otro y comenzó a chuparlo, luego busco mi boca dándome un beso profundo que me puso a temblar mientras sus manos viajaban por mi cuerpo, me tomo de la cintura y me puso a horcajadas sobre su cintura, me levanto un poco antes de empujar dentro de mí, jadeando sin aliento lo miré y pude ver la pasión y el deseo en sus ojos dilatados llenos de picardía, abrió su boca para hablar.

-Ni se te ocurra decir algo gracioso. -le advertí tratando de reprimir mi sonrisa, comencé a moverme lentamente sobre él.

-No...pensaba decir... nada cariño. -respondió entre jadeos

-Si...te he pillado. - cuando alcanzamos el clímax me deje caer sobre su pecho desnudo, tiempo después sus hombros comenzaron a moverse por su risa silenciosa

- ¡Confiesa! - dije alzando mi cabeza y apoyándola en su pecho. - ¡ibas a decirlo!

-Cariño no pensaba hacerlo. -pero sabia por su sonrisa que no podía aguantar mas.

-Bien. -admitió avergonzado- ¡Maldición! Me conoces demasiado bien, ¿me perdonas si te preparo el desayuno?

-Si. - dije dejando un beso en la punta de su nariz.

Nos levantamos de la cama y tomamos un baño juntos, mientras me reía por su reacción al agua caliente. Porque según el era la primera que tomaba en mucho tiempo después de solo tomar duchas frías por mi culpa desde que llegue al pueblo.

- ¿Qué secciones quieres? -le pregunte mientras llegaba con el periódico del día y el fiel a su palabra preparaba nuestro desayuno.

-El editorial, deportes y las cotizaciones. -respondió

-Vaya una combinación algo interesante, sin embargo, tendrás que discutir conmigo por la de cotizaciones. - sonríe

-No, porque soy un caballero y dejare que tu lo leas primero. Siempre leo los deportes antes y después ingreso la de cotizaciones en mi ordenador.

-Bien aquí tienes, oh mira el de deportes es muy guapo. -dije dando un vistazo a la sección. -y el cronista de la bolsa tampoco está nada mal.

-Si a ti te parecen. Yo no leo los artículos por su belleza, sí no porque estoy de acuerdo con ellos ¿Qué tal está el desayuno?

-Perfecto. Bueno no conozco su trabajo, pero si estos tipos son una muestra de lo que hay en este diario, creo que buscare un trabajo en el Hume Time si acabas echándome de Jota Company.

-No creo que debas preocuparte por que eso suceda pequeña. No solo estas haciendo un excelente trabajo, si no que te he tomado aprecio. Además, no sabes nada de periodismo.

Salvaje AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora