El brillo de la Luna | KOOKJIN

XV. Class

JungKook... -Dijo algo adormilado Jin al no sentir el cuerpo de su alpha. Se removió hasta que tuvo que levantarse para ver como JungKook arreglaba su uniforme.

Buenos días, precioso. –Sonrió al verlo despierto, después de la noche que habían tenido pensó que Jin descansaría más.

Buenos días... -Se cubrió tímidamente con las sábanas. ¿Qué hora es? –Preguntó al ver que aun no ha salido el sol.

Son las seis de la mañana. –Se acercó el alpha para darle un corto beso en los labios.

Se levantó muy temprano. –Siguió el beso perezosamente, JungKook se separó lentamente para mirarlo.

Si, tengo que atender unos asuntos con el príncipe Oh. –Explicó brevemente, aunque realmente iría a hacer limpia en el reino del a familia Oh ya que había un infiltrado, ya que intentaron asesinar a la hermana menor de su cuñado, pero lo menos que quería era preocupar a su omega. Estaré ausente el resto de la semana, surgió un pequeño detalle.

¿Puedo acompañarte? –Preguntó aun con la mirada adormilada.

No puedes, hoy comenzaras con tus lecciones de costumbres de nuestro reino. –Lo abrazó apegándolo a él. Madre te enseñará todo lo que que necesitas. –Jin se acurrucó en los brazos de su alpha. Así que descansa precioso, te dejé varias prendas con mi aroma por si sientes ansiedad.

JungKook... -Restregó su rostro en el pecho de JungKook. No quiero que te vayas. –El corazón del alpha comenzó a latir en sobre manera por tal confesión.

Yo tampoco quiero precioso, pero tengo responsabilidades que atender. –Besó su frente para después estrujarlo en sus brazos. El fin de semana te consentiré mucho, lo prometo, dame un besito para llevarlo conmigo. –JungKook le señaló sus labios, Jin sonrió, aun no entendía como el intimidante alpha podía ser tan tierno con él. Jin así no me podré, eres un omega travieso. –Respondió entre besos.

¿Te veré el fin de semana? –Le preguntó con cierta tristeza el omega.

Si. –Le dio un beso para después levantarse. Nos vemos precioso.

Espera. –Jin tomó una se sus pañoletas para impregnarla de su aroma. Toma, sino quieres no... -JungKook la tomó sin dudar para guardársela en el bolsillo de su saco.

Gracias por preocuparte por mi, precioso. –Lo besó nuevamente. Me voy, regresaré tan pronto como pueda. –Jin se había quedado solo.

Buenos días SeokJin. –Dijo la reina al ver al omega entrar por la puerta principal de la biblioteca.

Buenos días mamá. –Hizo una leve reverencia. Me dijo mi cuñado que me estaba esperando en la biblioteca para mis lecciones. –Avanzó lentamente hacia ella, a la reina le sorprendió la gracia que tenía el omega al andar, tenía una caminata digna de heredero.

Así es. –Sonrió amablemente, al ver que Jin tomaba asiento a su lado. Hijo, hoy aprenderás la etiqueta de los bailes y cenas. –Sacó un libro de color azul marino con acabados plateados. Pero antes, quiero darte este libro, es sobre el cortejo de los alfas hacia los omegas.

Gracias. –Lo tomó para dejarlo en su regazo, ya lo leería en su tiempo libre.

Asumo que mi hijo está tratando de convencerte de que funcione su matrimonio. –Le miró atenta, estaba consciente que su hijo amaba a Jin, lo amaba de una manera pura, se podía notar en como lo cuida y lo mira, pero estaba preocupada que el joven omega le corresponda a su hijo por que se sienta presionado.

No, el dia de nuestra boda dejé que me marcara. –Un leve rubor se instaló en las mejillas de Jin

Mi hijo puede parecer algo terco, pero es un buen chico. –Sonrió algo avergonzada por las acciones de su hijo.

Su hijo, es un hombre honorable, me siento bendecido por tenerlo como esposo... –Sonrió tímidamente.

Ya veo. –Se sintió satisfecha por la respuesta. Bien empecemos con tu lección.

La tarde pasó rápidamente, Jin ya conocía a todos la familia extensa de JungKook y la etiqueta en las cenas, desde que tipos de comidas se acostumbras hasta los bailes, fue una clase sumamente intensiva, pero el solo pensar que estaría devuelta en los brazos de JungKook por la noche hacía que todo su esfuerzo se concentrara en hacerlo bien.

La semana pasó de una manera tranquila y aprendió mucho sobre las costumbres del reino, Jin tuvo oportunidad de acercarse a su suegra, Irene, le contó que era de su vida antes de llegar aquí y el por que llegó de esta manera al matrimonio, la omega no pudo evitar sentirse mal por el joven ya que eran ciertas sus sospechas, jamás pasó por su mente que la familia de su alpha lo adoptara como un hijo más, eran demasiado cariñosos y siempre estaban al pendiente de que estuviera bien.

JungKook avisó que llegaría hoy en la noche. –Le sonrió mientras tomaban el té, Irene se sorprendió ya que Jin era como una esponjita que absorbía todo lo que aprendía con ella.

Si mamá, me llamó en la mañana para avisarme. –Ambos omegas contemplaban el jardín, viendo como una brisa jugaba con las mariposas que revoloteaban en las coloridas flores.

¿Qué piensas de JungKook? –Jin lejos de ofenderse por esa pregunta, sabía a lo que se refería su mamá de corazón, esta semana sirvió para conectar mucho con la mamá de JungKook, fue bonito.

Apenas cumpliremos tres meses... fue el tiempo suficiente para no imaginarme una vida sin él. –Antes de que pudiera decir algo Irene, Jin confesó. Lo amo.

¿Él lo sabe? –Le miró atenta.

No aún no, pienso decírselo cuando regrese. –Sonrió abiertamente.

Me alegra escuchar eso. –Ella le abrazó. Por lo que me has contando, no me hubiera gustado que aquí también te sintieras obligado.

No, de ninguna manera. –Se dejó hacer por los mimos de su madre de corazón. JungKook es un hombre honorable y caballeroso, es un alpha maravilloso. –Todo era verdad, JungKook sin esperar a que le correspondiera le entregó todo lo que tenía, su tiempo, su amor, su familia y su corazón, no había manera que no amara a ese hombre que ha hecho todo por él.