—Mírate la cara, parece que tienes un calambre. ¿La entrevista salió bien? ¿O te sientes avergonzada de que realmente haya nevado hoy?
Regresé a casa con entumecimiento en mi cara y entonces encontré a Vi que se sentó frente a mi mientras esperaba con su cara feliz debido a su visión. Bueno, realmente había nevado. En las noticias de la noche fue el tema principal, en secreto maldecí un poco a mi hermana menor y decidí cambiar de tema.
—Vi a hacer algo para comer. Tengo hambre.
—¿Cambiando de tema? ¡Siempre haces lo mismo!
—¡Está bien!! Siento haberte llamado tonta.
—Te perdono, pero dime, ¿qué pasó con la entrevista?
—Estuvo bien. El maestro dijo que tengo una posibilidad del 99% de entrar —no le diría lo demás por qué me sentía avergonzada.
Al escuchar eso, mi hermana menor, bailó con gran alegría antes de volver a concentrarse en el hecho de que tenía hambre —regresaste tan tarde que pensé que habías comido algo fuera.
—Todavía no, tuve que ir a ver el asunto del préstamo para pagar tu matrícula. —acababa de pedir prestado para pagar los gastos de subsistencia de ese mes. Mi hermana tenía una cara muy linda pero era muy costoso mantenerla.
De repente, su sonrisa se desvaneció. —En realidad, no tienes que esforzarte tanto por mí.
—Je, eres lo único en mi vida. Si no me esfuerzo por ti, ¿Entonces por quién lo haría? ¿Por el perro?
—Es posible que no puedas pagar todas mis deudas, es posible…
—Sí.Después de graduarme podré conseguir un trabajo. Es posible que me aburra de ti y me escape pero por ahora tienes que mover el trasero para abrir el refrigerador. ¿Qué hiciste para que esta tú hermana coma? Puede ser cáscara de huevo, solo sirvela y la comeré en mi habitación —chasqueé mis dedos para llamar la atención de mi hermana. —¿Bastante cruel cierto? Está es la fábrica del infierno.
—Brutal, pero te quiero mucho. —ella sonrió ampliamente antes de hacer un movimiento como si fuera a abrazarme lo que me hizo poner la mano antes de dirigirla para que fuera a cumplir con su deber.
Tiré mi mochila sobre una cama llena de mis mejores cuadernos y herramientas de dibujo. Como dije, me encanta pintar. Y esta vez estaba dibujando el rostro de alguien.
No le presté mucha atención, solo recorrí todo a un lado y me tiré en el otro.
Maldición!!! Qué día había tenido.
«¿Qué estás viendo? ¿Acaso eres una atleta de primaria?»
Solo con mirarla a la cara me sentí tan intimidada. ¿Qué tipo de persona creía que yo era una atleta de primaria? ¿Parecía que era una persona que hacía deporte? Ni de cerca!!!
De repente, me senté de golpe pensando en algo. —¿Estás loca? —era posible que al estar sola en ese cuarto hubiera alcanzado la iluminación.
—Esto no es bueno, su par de zapatos se ve que es más costoso que la cuota del primer semestre ¿Qué diablos estaba pensando?.
Saqué de mi cabeza a P'Four con la determinación de que, aunque estuviéramos en la misma universidad no volvería a involucrarme con ella. Nuestros ojos no volverían a encontrándose. Ella no estudiaba derecho, como había escuchado que aquel par de chicas había dicho, ella estaba en la facultad de administración de empresas internacionales en el cuarto año, había por lo menos medio centenar de posibilidades de caminar en la dirección opuesta.