Pov Jattawa
No estaba bien.
No estaba bien con el hecho de que me etiquetaran como princesa.
Cuando le expresé mis preocupaciones a Khun, él simplemente comenzó a silbar estas melodías desagradablemente alegres, diciendo que era perfecto que el príncipe y la princesa fueran cercanos.
Déjame decirlo de nuevo, no estoy de acuerdo con eso. No quiero sacrificar mi trabajo lavando platos solo para practicar para cualquier evento todas las noches.
Tan pronto como Vi se enteró de esto, sonrió con complicidad y me dijo que ya lo había visto en su visión. Ella simplemente lo guardó como una sorpresa para mí.
—Esto no es una sorpresa. No estoy contento con esto de la princesa
—¿Por qué? ¿Qué hay de malo en ser la princesa?
—Tengo que trabajar.
—Pero aún puedes trabajar en tus días libres
—Si no voy a trabajar algún día, significa que no haremos ningún dinero en esos días. Dependemos de nosotras mismas y nadie nos está ayudando. No lo olvides. —A pesar del humor sombrío que creé, ella estaba sorprendentemente tranquila.
—Piénsalo así, sí ganas en la ronda universitaria, la recompensa debería compensar todo el tiempo perdido y algo más
—Pero no soy como las demás, todas arregladas y bonitas. Mi único poder es controlar el tiempo, y ni siquiera puedo demostrarlo. ¿Cómo se supone que voy a competir con esas chicas? Me sentí perdida desde el principio. Soy como pasta sin salsa, ¿sabes?
—¿Qué es la pasta sin salsa?
—Tan insípida y sin sabor.
—Ah... Seguro que sabes cómo hacer alguna broma , déjame darte una rusa de lástima ¡Ja ja!
Vi forzó una sonrisa mortal. Ese maldito Corgi bot Khun se me había contagiado ahora.
—Pero a mucha gente le gusta tu sonrisa
—Tu me has dicho que sonrío como si tuviera algo atrapado entre los dientes.
—Eso solo es cuando estás fingiendo — Vi rápidamente aclaró: —De todos modos, ahora que te has convertido en la princesa de tu especialidad, todo lo que necesitas hacer es ganar, ¿de acuerdo?
—No.
Todavía no me sentía bien. Y honestamente, la radiante sonrisa de Vi, me estaba poniendo nerviosa, tanto que necesité escapar al balcón.
Agarré mi teléfono y ví un mensaje de texto de Khun. Estaba harta de sus constantes garantías de que tenerme como princesa era genial para que no se aburriera. Sí, bueno soy yo la que estaba aburrida ahora.
—Peek-a-boo Escondiéndote de mí, ¿eh?
Dios... Vi me siguió y me dió un abrazo por la espalda. Sus ojos estaban brillando, mientras yo arrugaba las cejas en respuesta.
—¿Qué pasa?
—Acabo de tener una visión.
—¿Qué viste?
—P'Four estaba parada en la azotea de nuestro apartamento.
—...
—22:10 hrs. Esa es la hora que vi en su reloj de pulsera.
—¿Por qué subió allí?
—Ni idea. Estaba sentada en el borde, con los ojos llenos de tristeza, fijada en la luna creciente en el cielo nocturno. Se veía hermosa. Lástima que había muy pocas estrellas. La última parte es sólo su opinión.