09☆

54 7 0
                                    

07 de Mayo, Mónaco

Me llevaba muy bien con la familia de Arthur y Ollie, así que cuando se acercaba el cumpleaños de Ollie, Arthur y yo planeamos visitarlo en su país natal como sorpresa, su mamá estaba de acuerdo y se convirtió en nuestra cómplice.

Me cambié de ropa y terminé de empacar mis cosas, justo cuando estaba cerrando mi maleta, recibí una llamada de Arthur.

-Oye, estoy aquí abajo, ¿lista para irnos? -dijo Arthur con entusiasmo

-¡Sí, estoy lista! - respondí, bajando rápidamente las escaleras

Cuando salí, vi a Arthur esperándome junto a su auto, se veía igual de emocionado que yo

-Esto va a ser épico -dijo Arthur mientras me ayudaba a meter mi maleta en el baúl

-Ollie no tiene ni idea de lo que le espera -dije riendo.

Nos subimos al auto y nos dirigimos al aeropuerto. Hicimos el check-in y nos subimos al avión. El viaje fue agotador, pero llegamos a salvo.

Alquilamos un auto en el aeropuerto y emprendimos el camino hacia la casa de Ollie. Mientras conducíamos, la emoción crecía más y más.

-¿Crees que sospeche algo? -pregunté, mirando por la ventana.

-Para nada. Su mamá dijo que está completamente desprevenido -respondió Arthur, sonriendo.

Finalmente, llegamos. Le avisé a la mamá de Ollie que estábamos afuera mientras que Arthur y yo nos pusimos en la puerta.

Unos segundos después, la puerta se abrió y vimos a Ollie quién estaba todo despeinado y con los ojos casi cerrados, quien comenzó a decir 

-Buenos- dijo antes de mirarnos y asombrarse

—¡Chicos! —exclamó Ollie, con una enorme sonrisa en el rostro, nos abrazó con fuerza mientras Arthur y yo reíamos.

-¡Sorpresa! -dijimos al unísono

Ollie estaba visiblemente emocionado y no podía dejar de sonreír.

-No puedo creer que estén aquí. Esto es increíble -dijo Ollie, aún abrazándonos

La mamá de Ollie apareció detrás de él, sonriendo.

-¡Feliz cumpleaños, hijo! -dijo, guiñándonos un ojo a Arthur y a mí

-Gracias, mamá. Y gracias a ustedes dos por hacer esto -dijo Ollie, soltándonos finalmente

-No podíamos dejar pasar tu cumpleaños sin hacer algo especial -dijo Arthur, dándole una palmada en la espalda

-Ahora, vamos a disfrutar de este día. ¿Qué te parece? -dije, sonriendo

Pasamos el día explorando los lugares favoritos de Ollie en su ciudad natal, compartiendo risas y creando recuerdos inolvidables. Comenzamos con un desayuno en una pequeña cafetería que Ollie adoraba.

-Este lugar tiene las mejores tostadas francesas -dijo Ollie, mientras nos sentábamos en una mesa junto a la ventana

-¡No puedo esperar a probarlas! -dije, mirando el menú

Mientras desayunábamos, Ollie nos contaba historias de su infancia, haciendo que Arthur y yo riéramos a carcajadas

-Una vez, intenté construir una rampa para mi bicicleta aquí mismo en esta calle -dijo Ollie, señalando afuera- Terminó en desastre, pero fue divertido.

Después del desayuno, fuimos a un parque cercano donde jugamos un partido amistoso de fútbol. La competencia era intensa, pero llena de diversión.

-¡Vamos, Arthur, pásala! -grité, corriendo por el campo.

THAT SHOULD BE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora