THAT SHOULD BE ME

20☆

Después de varios años separados, Pepe y yo finalmente habíamos decidido retomar nuestra relación y empezar a salir de nuevo. Nuestro reencuentro fue una mezcla de emociones: nostalgia, felicidad y una pizca de nerviosismo. Sabíamos que no sería fácil, pero ambos estábamos dispuestos a intentarlo.

La primera cita que tuvimos fue en su casa, un lugar lleno de recuerdos para ambos. Llegué temprano, un poco ansiosa, pero emocionada por ver a Pepe y su familia. La casa seguía siendo la misma. Toqué el timbre y, en cuestión de segundos, la puerta se abrió.

La mamá de Pepe me recibió con una cálida sonrisa -¡Stella! ¡Cuánto tiempo!- exclamó, con los ojos brillando de alegría -No nos vemos desde que te fuiste a Italia. ¡Te hemos extrañado tanto!- dijo para abrazarme como si fuera a desaparecer. 

La abracé de vuelta, sintiendo una mezcla de confort y nostalgia- Yo también los he extrañado,  es bueno estar de vuelta- dije sonriéndole 

Pepe apareció detrás de su madre, sonriendo con esa sonrisa que siempre lograba tranquilizarme

-Hola, Nina- dijo, extendiendo su mano para tomar la mía -¿Lista para nuestra maratón de películas?-

Sonreí y asentí, tomando su mano -Más que lista- dije coqueteándole en broma 

Subimos a su habitación, un espacio que no había cambiado mucho desde la última vez que estuve allí. Las paredes seguían cubiertas de pósters de coches de y su cama estaba justo al lado de la ventana que daba al jardín trasero.

Nos acomodamos en su cama, rodeados de almohadas y mantas. Pepe había preparado una selección de nuestras películas favoritas, y el plan era pasar el día viendo películas y disfrutando de la compañía del otro. La primera película que eligió fue una comedia romántica que ambos amábamos. Nos reímos y comentamos las escenas, como solíamos hacerlo antes.

Mientras la película avanzaba, me recosté en la cama y Pepe se acomodó, poniendo su cabeza en mi abdomen a lo que comencé a acariciar su cabello, sentí una ola de calidez y tranquilidad recorrer mi cuerpo. Era un gesto simple, pero lleno de significado,  a pesar de todo el tiempo que habíamos pasado separados, nuestra conexión seguía intacta.

Pepe levantó la vista y me sonrió -¿Te acuerdas de la primera vez que vimos esta película?- preguntó.

Asentí, recordando claramente aquella tarde -Sí, fue después de nuestra primera carrera juntos, estábamos tan cansados, pero decidimos verla de todos modos- dije casi riendo

-Y nos quedamos dormidos a mitad de camino- añadió él, riendo -Tuve que rebobinarla para que pudieras ver el final al día siguiente-

Reí junto con él, sintiéndome feliz y cómoda.

Seguimos viendo la película, disfrutando de la cercanía y la comodidad de estar juntos. Después de la primera película, Pepe sugirió ver una saga de acción que ambos disfrutábamos. Accedí, y él se levantó para ir por bebidas

-¿Quieres algo de comer o beber?- me preguntó mientras buscaba el control remoto.

-Un poco de agua estaría bien, gracias- respondí.