Lyra Blair Black, o más bien Weasley, va a entrar a su primer año en hogwarts en el que conocerá a muchísimos nuevos amigos y forjará su reputación en hogwarts ayudando a Harry a salvar la piedra filosofal.
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La mañana siguiente amaneció muy brillante y fría. El Gran Comedor estaba inundado por el delicioso aroma de las salchichas fritas y las alegres charlas de todos, que esperaban un buen partido de quidditch.
La chica iba vestida con un viejo jersey rojo y amarillo de gryffindor que había pertenecido a su hermano mayor Charlie anteriormente, lo había metido en el baúl para que cuando supuestamente acabará entrando en la casa de los leones pudiera llevarlo alardeando de casa, pero al no haber sido así había decidido sacarlo hoy, por una causa mas específica.
Cuando Lyra entró al gran comedor, con una gran sonrisa y su bonito jersey, recibió más de una mirada de desprecio y asco de algunos de los alumnos de su casa, que ella ignoró por completo.
Lo primero que hizo fué ir a la mesa de Gryffindor, saludó a todos sus hermanos enseñándoles el jersey, que les provocó sonrisas por los bonitos recuerdos con Charlie en los que aparecía y les dió los buenos días a algunos de sus amigos de esa casa.
Finalmente fué junto a Harry, Ron y Hermione que hablaban entretenidamente en un lado de la mesa, por lo menos dos de ellos, Harry tenía el rostro pálido y no parecía estar comiendo mucho.
—Tienes que comer algo para el desayuno.
—No quiero nada.
—Aunque sea un pedazo de tostada —suplicó Hermione.
—No tengo hambre...
—¡Buenos días chicos! —exclamó Lyra autoinvitandose a la conversación con una gran sonrisa —Potty te veo algo callado, ¿no estás emocionado? ¡Es tu primer partido de Quidditch!
—Si, estoy muy emocionado —dijo Harry con un tono de voz algo triste.
—Pues no lo parece si te digo la verdad —comentó Lyra acercándose al chico Potter, colocándose detrás suya y apoyando sus manos en los hombros del chico. —Lo vas a hacer muy bien Harry, estoy totalmente segura, además vas a verme apoyándote desde las gradas, y yo doy suerte—le animó con una sonrisa para luego darle un rápido beso en la mejilla de forma amable.
El azabache se giró a mirarla extrañado pero luego la dedico una sonrisa, eso hizo que Lyra se sintiera realizada y se fuera dando pequeños saltitos de la mesa de Gryffindor para dirigirse a la de ravenclaw tratando de buscar a Amir.
Una vez le ubicó con la mirada, Lyra sacó de su mochila una bufanda de Gryffindor, también algo vieja, que había pertenecido a Bill Weasley, su hermano más mayor. Ella sabía que Amir no llevaría nada de Gryffindor para animar al equipo con ella así que le hizo el favor de llevarlo ella.
El chico de pelo rizado se encontraba en la mesa de su casa, tomando de desayunar unas tostadas cortadas de una forma peculiar y en cada trozo había untado algo diferente, chocolate, mermelada, mantequilla de cacahuete... Parecía estar tan inmerso en sus pensamientos que a la pelirroja le pareció divertido tratar de asustarle.
