6. Nuevos amigos

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˚₊‧ CHAPTER SIX ‧₊˚
(NEW FRIENDS)

˚₊‧ CHAPTER SIX ‧₊˚(NEW FRIENDS)

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Lyra pensó que sólo compartiría clase con los Gryffindor en Pociones, pero con suerte para ella también vió a los chicos con uniforme rojo en su clase de vuelo, una de las clases que más ilusión le hacían a Lyra.

Quería aprender a sobrevolar los campos con rapidez y mejorar para poder hacer las pruebas de Quidditch en un futuro no muy lejano.

Cuando llegó corriendo del despacho de la profesora Mcgonagall su clase estaba por empezar. Lyra se colocó junto a Daphne saludando desde su sitio a Harry mientras trataba de recuperar el aire.

—¿Qué te ha dicho? —preguntó la rubia al verla llegar —¿Te ha regañado?

—Lu... luego te lo digo —contestó la chica hiperventilando, había recorrido mas de medio castillo corriendo.

—Bueno ¿qué estáis esperando? —bramó la señora Hooch —. Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.

Lyra miró su escoba. Era vieja y algunas de las ramitas de paja sobresalían formando ángulos extraños, casi como las de su casa.

—Extended la mano derecha sobre la escoba —les indicó la señora Hooch— y decid «arriba».

—¡ARRIBA! —gritaron todos.

Para la sorpresa de Lyra la suya se elevó a la primera, lo había dicho con tanta seguridad que al parecer la escoba no había dudado ni un momento, pero fue una de las pocas que lo consiguió.

—¡Así es señorita Weasley! —exclamó la profesora con ánimos —¡Los demás, rápido!

Luego, la señora Hooch les enseñó cómo montarse en la escoba, sin deslizarse hasta la punta, y recorrió la fila, corrigiéndoles la forma de sujetarla.

—Ahora, cuando haga sonar mi silbato, dais una fuerte patada —dijo la señora Hooch—. Mantened las escobas firmes, elevaos un metro o dos y luego bajad inclinándoos suavemente. Preparados... tres... dos...

Pero Neville, nervioso y temeroso de quedarse en tierra, dio la patada antes de que sonara el silbato.

—¡Vuelve, muchacho! —gritó, pero Neville subía en línea recta, como el corcho de una botella... Cuatro metros... seis metros...

Lyra le vio la cara pálida y asustada, mirando hacia el terreno que se alejaba, lo vio jadear; deslizarse hacia un lado de la escoba y..

BUM...

Un ruido horrible y Neville quedó tirado en la hierba. Su escoba seguía subiendo, cada vez más alto, hasta que comenzó a torcer hacia el bosque prohibido y desapareció de la vista.

La señora Hooch se inclinó sobre Neville, con el rostro tan blanco como el del chico. Lyra se acercó corriendo y lo miró con lástima.

—La muñeca fracturada —se la escuchó murmurar —. Vamos, muchacho... Está bien... A levantarse.

𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Lyra's Perspective)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora