Lyra Blair Black, o más bien Weasley, va a entrar a su primer año en hogwarts en el que conocerá a muchísimos nuevos amigos y forjará su reputación en hogwarts ayudando a Harry a salvar la piedra filosofal.
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Daphne y Lyra habían tenido una larga conversación nocturna sobre el incidente del troll en el baño. La pelirroja le contaba la historia de forma detallada a su amiga, subida de pie encima de la cama actuando las escenas más impactantes.
La rubia escuchaba la historia totalmente horrorizada por que su amiga hubiera tenido que vivir algo así, por el contrario Lyra volvía a revivir la historia en su propia piel por segunda vez, con emoción recorriendo por las venas.
Otros que también habían ido a preguntarle a la chica sobre la pequeña y no deseada aventura habían sido el dúo dinámico Blaise Zabini y Theodore Nott. Se habían acercado a ella al día siguiente a la hora del desayuno en el gran comedor, mientras que la pelirroja esperaba como todas las mañanas a que Amir llegara a sentarse a su lado.
—Anda, veo que la falsa Weasley está aún viva —dijo el castaño acercándose a sentarse en frente suya como hacían todas las mañanas, aunque nunca la hablaban.
—Y veo que tu sigues teniendo la misma cara de idiota de siempre —conestó Lyra con una falsa sonrisa sirviendo zumo de calabaza.
—¿Estás bien después de lo que pasó con el Troll en los lavabos? —preguntó Blaise ignorando la inservible pelea con la que su amigo había comenzado la conversación —Nos enteramos más tarde de que el Troll había ido hacia allí, y recordamos haberte escuchado decir que ibas al baño.
La pelirroja le miró algo sería sin saber muy bien la razón de por qué la estaba hablando como a una persona normal y no la trataba mal como habían podido hacer anteriormente ellos, o cualquier otro miembro de su casa.
—Sí, estoy bien —contestó dedicando una pequeña sonrisa no muy sincera —gracias, supongo.
—¿Y tú amigo? —preguntó también el moreno —Amir.
—Está bien también.
—¿Y vas a contarnos que pasó? —volvió a intervenir el castaño sin ningún tipo de cuidado.
—Puede que a Blaise le cuente algo —contestó la pelirroja mirandole ya harta y viendo como Blaise ponía una expresión extrañada cuando ella dijo su nombre y no le llamó por un mote ridículo o por su apellido. —Tu te vas a tener que quedar con las ganas chico salchicha.
Theodore la miró seriamente viendo como efectivamente Lyra comenzaba a contarle la historia a Blaise en un tono de voz que él no podía escuchar. La ojigris sabía que más tarde el moreno se lo contaría todo a su mejor amigo, pero no le importaba, solo quería ver como Theo rabiaba en ese instante.
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Cuando empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío. Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago parecía de acero congelado.
