Se despertó de un sobresalto, había tenido un sueño muy extraño. La anciana le pregunto pero Elis no se acordaba ni de la mitad de aquel sueño. La anciana le preparo una buena taza de té con una especie de pan duro y mermelada de frutas. La anciana le dijo que los sueños más extraños podían ser aquellos que luego se podían convertían en verdad.
Elis en todo momento se preguntaba como esta anciana podía hablar tan poco y decirlo todo. cuando terminaron Elis enseguida recogió la mesa y se dispuso a explicarle a la anciana como funcionaba aquella nube de aguas termales y el rayo de luz. Cuando la anciana ya manejaba aquellos elementos a la perfección Elis decidió ir a cazar. Cogió su arco con las flechas y le dio un beso en la mejilla.
Elis había perdido un poco de agilidad con el arco, pero en cuanto lanzo un par de flechas, lo volvía a manejar como siempre. Cazo dos pequeños pájaros, que podían servir para hacer una sopa y dos conejos. los metió dentro de una bolsa de cuero y los puso en lo alto de un árbol para que ningún animal pudiese comérselos. después de hacer todo esto decidió ir al pequeño pueblo. estaba dispuesta a pedir trabajo y por consecuencia poder conocer al muchacho.
Entró en una casa, en el que estaba tallada una palabra que no entendía. Al entrar vio un montón de hombre borrachos medio desnudos. Elis estaba un poco asustada, pero sus ganas de conseguir un trabajo eran mayores. Cunado llego a la barra se encontró con una mujer dos cabezas mas pequeñas que ella , el pelo lo tenia muy desordenado y muy sucio. Cunado esta mujer levanto la cabeza para ver quien era, todavía con el pelo en la cara le dijo que ya no había mas mujeres disponibles. Elis claramente no sabia muy bien cual era ese sitio ,pero se lo podía imaginar. En ese momento se dio la vuelta dispuesta a marcharse, pero detrás suya había una sombra más alta que ella. Elis se preguntó si era la única que veía aquello ya que nadie de aquel sitio se levantaba. Elis pestañeo los ojos los mantuvo cerrados un tiempo y cuando los volvió abrir ya no había ninguna sombra solo había una mujer con cara de estar enfadada. La mujer se acercó a Elis la toco el pelo, la miró, la observó detenidamente y dijo con voz seria y firme lo que opinaba de ella. La mujer la dijo que muy guapa, una chica muy llamativa con rasgos de diosa, pero que ese pelo tan rojo no era bonito, no era lo que ella buscaba en ese momento. La cogió del brazo y la llevo hasta la puerta.
Elis en la puerta mirando a la calle, analizó lo que le había pasado en aquel sitio. En primer lugar la sombra, luego la mujer y por ultimo el comentario de su pelo.
Elis recogió su caza, y se fue de camino a la cabaña. En ella la esperaba la señora con un cuenco de sopa y la leña encendida para poder cocinar la caza de Elis. Nada mas entrar la señora le pregunto por esa cara, ya que tenia una cara de asustada. Elis le conto todo lo sucedido.
Después de la buena comida, la señora le hizo una propuesta a Elis. Elis accedió.