Renacimiento

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A raíz de mi sueño, comencé mi entrenamiento de nuevo. Lo había postergado porque papá había dicho que este era un Punto Muerto de Monstruos, pero con la loca Dirt Lady queriendo sacrificarme a la Tierra, quería asegurarme de que podía manejar cualquier cosa que me lanzara. Papá había instalado un saco de boxeo en mi habitación y lo usaba casi todos los días. Había ido al bosque para seguir entrenando con mi guadaña, para asegurarme de que no estuviera rígido. Pasé mis días con Sam y sus amigos, aprendiendo sobre su manada y cómo funcionaba. Admito que me alejé un poco de mis amigos humanos y de Bella y de Bella, pero fue para su protección. Bella, sin embargo, me invitó al cine para relajarme porque podía notar que me estaba agotando. Me dijo que serían nuestros amigos de la escuela y Jake. El día de, Bella y yo llegamos a casa y vimos a Jake apoyado en un auto. "¡De ninguna manera!", gritó Bella, corriendo hacia el chico justo cuando el camión se apagaba. "¡Ya terminaste! ¡No lo puedo creer! ¡Terminaste con el Conejo!"

—Anoche mismo —dijo Jake—. Este es el viaje inaugural.

"Increíble." Los dos chocaron las manos.

"Entonces, ¿puedo conducirlo esta noche?"

—Definitivamente —suspiró Bella.

"¿Qué te pasa?" pregunté.

"Me doy por vencido. No puedo superar esto, así que ganas tú, eres el mayor".

"¿Ustedes dos estaban compitiendo sobre quién era mayor?"

—Solo por mis habilidades —dijo Jake—. Y, por supuesto, yo era mayor. —Nos distrajo un autobús que giraba hacia nuestra calle—. Recuerdo a ese tipo. El que pensó que eras su novia. ¿Aún está confundido?

—Algunas personas son difíciles de desanimar —le dijo Bella.

"Pero a veces la perseverancia da sus frutos".

—Conozco a un par de amigos que terminaron juntos —reflexioné—. Es cierto que él era un idiota y ella era todo lo contrario, él la molestaba muchísimo, pero... —Me encogí de hombros—. Amas a quien amas.

—Hola Bella, hola Aspen —saludó Mike. Luego se volvió hacia Jake y tuvo que levantar la vista para verlo.

—Hola, Mike —respondió Bella—. ¿Te acuerdas de Jacob Black?

"No precisamente."

—Un viejo amigo de la familia. —Los dos se dieron la mano con más fuerza de la que esperaba. Cuando se soltaron, Mike flexionó los dedos. El teléfono sonó en el interior y Bella se volvió hacia él.

—Será mejor que lo atienda —dijo—. Puede que sea Charlie. Bella entró corriendo. Me quedé en un silencio incómodo y decidí ignorar el hecho de que Mike y Jake se habían alejado. Bella llegó unos cinco minutos después con una mirada hosca en su rostro. —Ang está enferma —nos dijo Bella mientras regresaba con nosotros.

"Supongo que la gripe está haciendo otra ronda", sugirió Mike. "Austin y Conner también estuvieron fuera hoy. Tal vez deberíamos hacer esto en otro momento".

—Aún estoy dispuesto a hacerlo —dijo Jake—. Pero, si prefieres quedarte detrás de Mike...

—No, ya voy. Estaba pensando en Angela y Ben. Vámonos. —Mike hizo un gesto hacia su coche.

—Oye, ¿te importa si Jacob conduce? —preguntó Bella. —Le dije que podía, acaba de terminar su auto. Lo construyó él mismo.

—Está bien —escupió Mike.

—Muy bien —dijo Jake con un tono que parecía como si se estuviera pavoneando. Mike y yo nos subimos a los asientos traseros del coche. Bella, Jacob y yo charlamos hasta la mitad del trayecto, hasta que Mike se inclinó hacia delante y apoyó la barbilla en el asiento de Bella.

Mitos y leyendas chocanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora