O2

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Pauli

al día siguiente, nos juntamos a merendar con las chicas. Era como una costumbre nuestra, aprovechabamos a contarnos cosas de la noche anterior y teníamos una excusa para vernos

al llegar a la casa de Marti, junto con Cande, nos adentramos al living donde estaban el resto de las chicas. Nos sentamos en los sillones y pusimos los sanguchitos que trajimos sobre la mesa

el mate no tardó en comenzar a girar y empezaron a aflojar la lengua

"vieron quiénes se comieron?"

"uh, y supuestamente se fueron juntos"

"no, no saben chicas"

"pueden creer que mi ex se fue con la que dijo que nada que ver? Ja! y yo me comí al amigo"

me extrañaba que Sofi no estuviese presente y que, encima, las chicas no la nombraran para nada. Agarré el mate que me extendía Carla y me animé a preguntar del tema

— che, y Sofi? —le di un sorbo

silencio. Todas se giraron a verme

— decís en serio o...? —preguntó Marti

— boluda, se comió a Thiago —reveló Tici

Thiago era con quien yo me venía viendo hace rato, todas en el grupo lo sabían, incluida Sofía. Pero bueno, al parecer tan amiga no era

me ahogué con el mate comenzando a toser ante la noticia inesperada

— qué? —solté por fin— me estan jodiendo?

— no —negó Cande— Pensamos que la habias visto, literalmente estaba en frente tuyo cuando hablabas con Nicolás

— Nicolás? ah, el amigo del Toro, no? —dijo Tici— Ah... mírala vos, con razón no se dió cuenta

— prefiero matarme antes que comerme al villero ese —bufé— Ah! no saben, re negro encima

procedí a contarle detalladamente los eventos de anoche, incluso obligué a Cande a que actúe el chusmerio conmigo

— bue, igual no es feo. Yo hubiese aprovechado, era de noche, estaba oscuro. De última nos mentías y decías que no se veía nada —me jodió Martí

cuando me volví a sentar, mi celular vibró encendiendose y dejándome ver las nuevas notificaciones. Mi ceño automáticamente se frunció ante la confusión, cuándo me había empezado a seguir este?

cuando culminé le conversación, dejandolo en visto, procedí a mostrarle a Candela, quién muy divertida ante la situación me mostró una sonrisa y admitió que su chongo le había pedido mi instagram para su amigo

blanquee los ojos. Literalmente lo que me faltaba, villero, intenso y agrandado. Algo más no se podía, no?

rápidamente volvimos a la conversación que se iba hacia un rumbo totalmente diferente, y eso que solo habian sido dos segundos los que me distraje

como siempre, las mejores tardes siempre eran con ellas. Totalmente agradecida por su amistad tan sincera y buena







































 Totalmente agradecida por su amistad tan sincera y buena

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𝖵𝗂𝗅𝗅𝖾𝗋𝗈 | Nicolás Otamendi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora