Paulina
por la mañana temprano unos toques en la puerta me obligaron a despertarme. Quería matar a alguien, sentía que no había podido descansar nada
con la peor de mis caras me obligué a levantarme de mí cómoda y calentita cama para caminar hacía el living. Odiando por completo sentir el nulo calor del piso con los pies descalzos
abrí la puerta encontrándome con Nicolás, quien en sus manos traía una cajita con facturas y me sonreía achinando los ojos. Le sonreí algo adormecida dejandolo pasar y miré por el ventanal que daba a balcon. El día estaba gris, nublado, con muchas ganas de llover
- ni se te ocurra ensuciarme el piso con barro -advertí
- uh, ni buen día me decís y ya andas loca -se quejó depositando un beso en mi frente
- buenos días, señor Otamendi -ironicé arrugando mi nariz
- buenos días para vos también, futura Otamendi -jodió
blanquee los ojos y cerré la puerta. Mientras iba al baño a arreglarme un poco, él se sacaba las zapatillas y preparaba el mate
me lavé los dientes, la cara y, por supuesto, me cepille el cabello. Admiré mi rostro en el espejo y solté una sonrisita, amaba ver mi reflejo natural, aquellas imperfecciones naturales de las personas y leves marcas de expresión, las cuales se me formaron en la misma zona que mi madre
- Paulina! -me llamó- vení, qué es esto?
se me subieron los nervios hasta la punta de la cabeza. De forma disimulada, me acerqué a la barra de la cocina y miré a Nico buscando alguna respuesta
una bolsa con la palabra "TOUS" llamó mi atención por completo
- qué es esto? -repetí su misma pregunta
- no se. Y si lo abrís, mejor? -sonrió divertido
mordí mi labio inferior escondiendo una sonrisa. Dentro de la bolsa color hueso, me encontré una caja circular de color rosa con la misma escritura. Algo nerviosa por lo que podía ser, abrí la cajita. Allí dentro reposaba un delicado collar en forma de oso rosado. Una risa nerviosa se escapó de mi boca cuando lo acaricié con la yema de mis dedos
cómo se le ocurría gastar en algo así?
- te gusta? -su voz tan cercana me tomó por sorpresa, obligandome a girarme y elevar un poco la cabeza para verlo
- cómo no me va a gustar? Muchas gracias... no tenías que gastar en algo así -formé un pequeño puchero- Te costó mucho?
- eso no importa, Pau. Tomalo como un regalo adelantado por tu cumpleaños -acarició mi mejilla- Vos tenes algo para mi?
cuando su mano viajo lentamente a mi mentón, entendí que quería un beso. Hice puntitas tratando de acercarme a su rostro y él unió nuestros labios en un dulce y lento beso
aquello me extrañó, a él no le gustaban ese tipo de besos. Sin embargo, decidí no opinar
- podemos desayunar en la cama? -hablé cerca de su boca
asintió
- lo que la reina me pida -se burló
lo empuje suavemente del pecho alejandolo y agarré una bandeja de madera para poder llevar el mate, el termo y la comida hasta la cama
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𝖵𝗂𝗅𝗅𝖾𝗋𝗈 | Nicolás Otamendi
Fanfiction𝖵 | "Y no te percatas que yo te quiero más que vos a mi"