Capítulo 10: Mátame o Sálvame, Pero Decide Ya

18 7 2
                                    

Tras recibir algo de comida pero ninguna palabra, tras horas de soledad encerrada, unas sirvientas me ayudaron a bañarme y volvieron a curar mis heridas.

Ya era de noche y como siempre me gustaba leer antes de ir a dormir. Aunque esta vez el libro duró poco en mis manos ya que acabé dormida a los segundos.

Como no había ninguna noche normal nuevamente me desperté, aunque esta vez solo fue para ir al baño. Estaba adormilada y cuando regresaba me pareció ver una sombra.

¿Qué es...? ¡Ahh!!

No pude acabar la frase porque sentí un cuchillo en mi garganta. Ví en el espejo parpadeando suavemente y pude percatarme de quien era. Declan...

¡Mátame o sálvame, pero decide de una vez maldita sea! – Digo algo nerviosa y molesta

Declan pareció confundido aunque al verme y notar que presionaba un cuchillo sobre mi garganta se apartó.

La costumbre... Creí que había alguien – Dijo simple y tras cortar un trozo de manzana con el cuchillo caminó para apoyarse en la pared, donde la luz de la luna iluminaba su silueta

¿Costumbre? No... Mejor no respondas – Suspiro y camino a mi cama para sentarme

¿Qué haces en mi habitación Declan? ¿Por qué viniste ahora? Pase todo el puto día sola, encerrada... ¡¿Cómo entraste?! – Hablaba alterada y sin entender nada

Primero rebaja un tono mocosa, segundo... No te concierne. Solo sigue durmiendo – Habla serio para volver a tomar otro pedazo de manzana

Ui si que buena idea, dormir mientras un estupido psicópata se mete a mi habitación y me observa... Imbécil – Gruño y me levanto para acercarme a él

Vete de mi habitación, no te importó en absoluto mi estado, no vengas ahora como un perro guardián

Hablé con molestia y sentí el cuerpo y el rostro de Declan tensarse. Retrocedí torpemente y algo asustada agaché mi rostro.

Perro guardián... Prefiero que me llamen de otro modo... Algo más respetuoso – Se acerca a mi y me acorrala contra la pared para luego alzar mi rostro obligándome a verle

Yo te saqué de ese bosque... Te vigilé mientras te curaban. Y ahora me veo en la obligación de regresar para vigilar que no te metas en más líos – Hablaba con seriedad y rudeza mientras acercaba su rostro al mío

No soy una niña, ni tu hermana.. Ni.. Una de esas novias que te echas... No soy nada como para que me cuides así – Hablo tartamudeando

No te cuido – Gruñe con rabia y se aleja de mi

Solo te vigilo, mocosa – Con molestia se aleja y pone sentado en un borde de la cama, parecía que no iba a moverse

Bien... Pues.. Haz lo que te dé la gana

Bufo suave y me acerco para acostarme en la cama y darle la espalda. No me sentía del todo cómoda y no podía evitar los pensamientos acerca de sus palabras. Según él no me cuidaba, solo me vigilaba ¿Le habría mandado alguien de su familia esa tarea?

Tal vez todo lo que hacía era por obligación, por una orden.

Ante el pensamiento no pude evitar suspirar con pena.

Sentí el borde de la cama moverse y tras unos segundos sentí la zona de mi espalda hundirse. Se estaba acostando a mi espalda.

Mis mejillas se sonrojaron con abundancia y mi pulso se aceleró más cuando noté que se acercaba a mi oído.

Invierno Eterno: El Reino HeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora