Capítulo 11: Caras Nuevas

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Había pasado una semana y de aquellas heridas solo se mostraban cicatrices.

Me encontraba frente al espejo acariciando mi brazo izquierdo en la zona más cercana al hombro. Nunca me había imaginado con cicatrices, menos tantas provocadas en una única noche, y a causa de una bestia completamente desconocida.

En la semana la familia Müller se reunió un par de veces y tras tanta charla lo único que decidieron era que en mi cumpleaños hubiera o no Luna llena iban a terminar la ceremonia. Aunque no formara parte de la familia pensaban que tras el ataque lo mejor era mantenerme segura por los espíritus.. O no sé... Me contaron algo demasiado extenso que no pude retener.

Así que en cinco días, el día de mi cumpleaños nuevamente vestiría de negro. Solo esperaba esta vez no hubiera interrupciones por parte de Clarise.

¡Lara! ¡Si nos retrasamos más no habrá nada para comprar en la pastelería! – Gritó Kristin tras la puerta de mi habitación

Su grito me sacó de mis pensamientos, tomé algo para abrigarme y salí de la habitación. Mi amiga caminaba de un lado para otro nerviosa.

Ya podemos irnos

¡Al fin! Como me quede sin los pastelillos de Rosa me enojaré

Toma mi mano y tira de mí para arrastrarme por los pasillos hasta la salida. No iríamos solas al pueblo. Emma nos acompañaría ya que también debía hacer unas compras.

Caminamos por el sendero que conducía desde el portón del castillo hasta el pueblo. El camino estaba guiado por señales de madera que indicaban diferentes direcciones, no solo había un pueblo y el castillo, también se marcaba un pozo, un molino, una iglesia. Parecía que no pero el lugar estaba repleto de zonas para ver. Y sentía curiosidad por todas.

Tardamos media hora en llegar al pueblo, y eso porque era cuesta abajo.

Emma se dirigió hacia la izquierda y Kristin me llevó hacia la plaza del pueblo. Había muchas personas haciendo cola en un pequeño puesto frente a lo que parecía un negocio. Una mujer de entre unos cincuenta y muchos y sesenta años estaba vendiendo pastelillos. La mujer tenía el cabello corto, repeinado y usaba un maquillaje de base más clara que su propio tono de piel. Gritaba y mostraba en sus manos pequeños pasteles de frutas de la zona adornados en formas de flores o pequeños animales. Sin duda una obra de arte.

¡Rosa! – Kristin corrió a saludar a la mujer y esta después le devuelve el saludo con un beso en su frente

Esta joven debe ser Lara... ¿Cierto pequeña Dama? – Habla la mujer y mi amiga asiente

Es un placer. Kristin me dijo que sus pastelillos son la delicia más espectacular que jamás haya comido en ningún lugar – Digo sonriente

Y no se equivoca. Yo y mi sobrino hacemos estas delicias cada día antes de abrir la pastelería. Y llegáis justo a tiempo para probar estas dos nuevas obras de arte – Nos tiende a cada una dos pastelillos

A estos invita la casa, como bienvenida por tu llegada al pueblo – Me ve y sonrie con ternura

Gracias

Para no hacer el feo aunque ya hubiéramos desayunado le doy una mordida a uno de los dos pastelillos. Este tenía la forma de una rosa y los sabores eran ácidos pero no de un modo desagradable, más bien algo adictivo.

Dios... Esto está de muerte – Digo asombrada

Giré mi rostro para ver a mi amiga pero ella no solo lo había disfrutado tanto como yo. Más bien lo había devorado. Y es que cuando me quise dar cuenta estaba dando el último bocado y buscando dinero para comprar algunos más.

Ya veo – Rio suavemente y sigo comiendo aquel pastelillo, cuando acabé admiré el resto de dulces y pedí una docena en una caja, quería tener un detalle con la familia Müller y escogí cada pastelillo según a quien deseaba dárselo

Gracias Rosa... Todos deliciosos.. Mmm – Mi amiga hablaba con la boca llena

¿Nuevamente esta mocosa por aquí? – Pregunta un chico divertido mientras se acerca a nosotras

Peter, mira... Ella es Lara, es nueva en el pueblo – Habla Rosa suavemente

Encantada, tu tía y tu hacéis unos pastelillos increíbles – Sonrio amable

El chico permaneció callado, observandome atento. Era alto y de seguro más mayor que yo pues su barba de pocos días marcaba una edad de veinticinco como mínimo.

Perdonale hija.. Siempre que ve una chica guapa se queda embobado – Suspira Rosa y sigue atendiendo a otros clientes

Ya veo. Fue un placer, Don Juan – Rio y me despido para pasear con mi amiga

Pasamos horas paseando, disfrutando del sol y el frío, juntos la combinación era completamente agradable.

Acabamos sentadas en un banco de piedra charlando sobre los chicos del pueblo. La verdad es que por allí todos eran atractivos.

Así que de momento yo soy el más atractivo del pueblo... Escuchar esos de tus labios.. Suena bastante halagador – Habla Peter a nuestra espalda

No me esperaba en absoluto que el chico estuviera escuchándonos. Menos aún que se atreviera a hablar.

Escuchar conversaciones ajenas es de cotilla, ¿sabías? – Le veo algo desafiante y con leve ego

En realidad, solo me acercaba para preguntar si te gustaría pasar el resto del día conmigo. Al anochecer puedo llevarte al castillo de los Müller

Antes de que yo pudiera responder o él añadiera algo más para convencerme Kristin se levantó emocionada.

A las 9 la quiero en casa – Besa mi mejilla y tras agarrar la caja de pastelillos sale corriendo

Bueno, tal parece que no puedo negarme – Rio suavemente y veo algo tímida a Peter

Déjame mostrarte lo más hermoso del pueblo – 

Invierno Eterno: El Reino HeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora