Invierno Eterno: El Reino Helado

Capítulo 2: Esto No Es Una Casa

Tras bajar del avión un coche completamente negro junto a dos hombres nos estaban esperando.

Cuando nos acercamos los hombres saludaron de manera muy formal y educada a Stefan y Emma, los padres de Kristin. Los señores Müller.

Uno por uno entramos en el coche mientras aquellos señores guardaban todas las maletas en el maletero. Cuando entré me senté junto a Kristin, la verdad me sentía algo tímida con el resto de la familia. Aunque todos eran encantadores, todos salvo Declan.

– Pequeña.. ¿Cómo fue el viaje? Tus padres nos dijeron que sería la primera vez que viajabas en avión, ¿estuviste bien? –

Stefan, el padre de los tres hermanos Müller hablaba con suavidad, como si se dirigiera a otro de sus hijos, eso realmente me agradaba. Me hacía sentir calma. Era como mi padre, atento y protector.

– Bueno.. Al inicio me puse algo nerviosa y me entró un poco de ansiedad, pero recordé que traje unas pastillas y bueno... Logré descansar un poco – Hablo con suavidad y una leve sonrisa

– Oh cariño... Si llegamos a saberlo hubiéramos estado más atentos – Dijo esta vez Emma, la esposa de Stefan con cierta preocupación y tristeza

– Tranquila, ni yo podía saber que pasaría... Me puse nerviosa solo eso. Pero al despertar vi... Algo hermoso – Hablé con ternura y una enorme sonrisa se formó en mi rostro

Mire a toda la familia Müller por la emoción y al parar mi mirada pude notar a Declan muy tenso y casi furioso, sentí algo de temor y rápido aparté la mirada para ver el paisaje del lugar por el que pasaba el coche. Todo eran bosques y colinas completamente nevadas.

– El paisaje de aquí es lo más hermoso que vi nunca. Es mejor que los grandes parques de Londres, sin duda mil veces mejor –

Tras atravesar una enorme montaña pude divisar sobre una colina un castillo, y al lado de este en el valle un pequeño pueblo.

– Joder... ¡Mirad ese castillo! Es precioso... – Hablé muy emocionada y sorprendida aunque tras mis palabras toda la familia empezó a reir. Kristin y sus padres con ternura y diversión y los dos chicos con completa burla.

– ¿Qué ocurre? – Pregunté confundida

– Enana, esa es nuestra casa... – Dice Varick con cierta superioridad

– El... – No era capaz de hablar, solo lograba ver a la familia y nuevamente al castillo

– Claro boba, ¿que esperabas? Somos los Müller – Dice mi amiga orgullosa para luego abrazarme emocionada

Yo simplemente vi el castillo sintiéndome minúscula, no tenía idea de que mi mejor amiga y su familia eran... tan ricos como para tener un castillo. Menos aquel de tal calibre.

Me mantuve en silencio el resto del camino y tras recorrer el trayecto de una hora aproximadamente estábamos frente al gran portón del castillo.

Las puertas se abrieron y de ellas salieron dos personas algo mayores supuse que podrían ser los dueños originales del castillo y los abuelos de Kristin y sus hermanos.

– Por fin vuelvo a ver a mis nietos... Oh, parece que hace siglos –

Rie con suavidad aquel hombre mientras se acerca a saludar a sus nietos. A Kristin la abrazó con fuerza y le dio dos enormes besos, a Varick le dio un suave abrazo y a Declan le tendió la mano, conocía a la perfección a sus nietos a pesar de no verles de seguido