Capítulo 15: Sales Para La Calma

13 2 2
                                    

25 de Diciembre

Me desperté temprano, tanto que aun era de noche. Estos días se me hicieron eternos, no dejaba de pensar en lo ocurrido tras la ceremonia de mi cumpleaños, en aquella chica junto a Declan, en sus palabras... En lo que Declan quería de mí. Una vez más me sentí humillada por él.

Cómo sabía que ya no podría dormir más decidí bajar a la cocina para desayunar por muy temprano que fuera. Me preparé un café y algo de pan y tras tomarlo allí mismo recogí y regresé a mi habitación.

Decidí vestirme y salir. Sabía que en el pueblo todos dormían pero.. Necesitaba pasear. Despejar mi mente y tratar de hacer algo que hiciera pasar el día con rapidez.

En cuanto llegué al pueblo empecé a caminar hasta que me ví frente a la panadería. Tal vez mi subconsciente me indicaba que necesitaba a Peter, pero... ¿Era bueno buscarle mientras pensaba en Declan?

Frustrada me dí la vuelta y noté las luces de una botica encendidas. Podrían ser las cinco de la mañana... ¿Qué hacían las luces encendidas? Curiosa me aproximé y traté de ver a través de las ventanas, pero no parecía haber nadie.

Me acerqué a la puerta y llamé pero en vez de que alguien respondiera la puerta se abrió lentamente, hacía un sonido chirriante, mi piel se erizó de manera abrupta.

Sentí la necesidad de entrar a pesar del miedo y no contuve mis pasos. Entré lentamente, despacio, mi pulso se aceleró. Si alguien malinterpretaba mi entrada, algo muy posible, tendría problemas.

No esperaba clientes tan pronto – Dice con suavidad una voz femenina a mi espalda

Me giré suavemente admirando a una mujer joven, cabello negro y ojos verdosos, estos tenían un toque brillante y llamativo. Me hacían recordar al brillo ámbar de aquella chica.

Disculpe.. Llamé a la puerta y esta se abrió... No quise molestar – Digo avergonzada

Tranquila jovencita, ¿qué buscas? – Pregunta suavemente mientras se acerca a su mostrador y posiciona tras este

Yo... Sinceramente no buscaba nada, solo paseaba para tratar de calmar mi mente – Sonrio suavemente

Calmar tu mente, mmmm... ¿Mal de amores tal vez? ¿Algún conflicto de emociones? – Dijo casi leyendo mi mente mientras se giraba y de las estanterías de su espalda empezaba a tomar, sales, flores y otros ingredientes

Em.. Un poco de ambas... – Suspiro suavemente

Tengo algo que aunque no saque los problemas de tu mente aliviará la presión que sientes, te hará olvidar el problema, por decirlo así. Cuesta 100 marcos alemanes – Sonrie y tras tomar un frasco y un mortero empieza a hacer una mezcla con todo lo que puso sobre el mostrador

Pero, no tengo cómo pagarle lo que pide, es demasiado– Digo algo avergonzada

Tranquila, firmaremos un contrato, cuando te necesite te buscaré y me ofrecerás tu ayuda, es algo simple

La mujer me observa fijamente esperando que acepte para seguir trabajando.

Vi los materiales y pensé en algo que me calmara, y no había nada... Aquello parecía la única salida.

Acepto – Sonrio con suavidad

La mujer sonriendo con amplitud saca un papel y tras ella firmar me tiende la pluma, al agarrarla sentí como si mis dedos se pincharan, tuve que soltar la pluma ante la sensación, en cuanto lo hice una gota de sangre cayó sobre el papel.

Invierno Eterno: El Reino HeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora