cap 10

839 53 15
                                    

¡Estoy bien, puedo irme caminando!- dijo la pelinegra al llegar a la puerta de la escuela mientras se soltaba del agarre de la castaña

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Estoy bien, puedo irme caminando!- dijo la pelinegra al llegar a la puerta de la escuela mientras se soltaba del agarre de la castaña.

-Si te vas caminando te vas a resfriar, y además no tienes las llaves de tu casa, ¿Dónde te quedarás?- dijo la castaña mirando directamente a la pelinegra.

La peliengra guardo silencio intentando dar más excusas pero la castaña la tomo de la muñeca nuevamente pasa salir de la escuela.

Afuera ya estaba el chofer de la castaña, la castaña se acercó al auto aún tomando a la pelinegra para abrir la puerta y mirar a la pelinegra -sube- dijo Love.

La peline blanca blanca como la luna no sé por qué la ponen Luna los gatos negros pero vayangra no quería ser una carga para la castaña pero no podía hacer mucho, a si que solo subió al auto. La castaña le mostró una sonrisa para después ella también subir y cerrar la puerta.

-¡Buenas tardes señorita Pattranite!- dijo una voz masculina desde el asiento del conductor; era el chófer de la castaña que la saludaba con una sonrisa.

-Buenas tardes Agustín- dijo la castaña.

-¿Iremos a dejar a su compañera a su casa?- pregunto el Agustín; su chófer.

-ah.. No, iremos a casa, ella se quedará ahí- contesto la castaña con una voz baja.

El chófer se sorprendió, era la primer vez que la castaña decidía llevar a alguna compañera a su casa, pero el solo guardo silencio y encendió el auto para dirigirse a la casa de la castaña.

Después de 10 minutos el auto llegó aún portón grande y blanco, apenas el auto se estacionó frente al portón este mismo se abrió. El auto avanzó para detenerse en medio de otros dos autos.

La pelinegra estaba sorprendida por lo grande que era la casa de la castaña; eran vecinas pero la casa de la castaña estaba rodeada de un muro largo que no dejaba ver nada hacia adentro.

-Tu casa es muy grande- dijo la pelinegra aún sorprendida.

-Mm, supongo que lo es- dijo la castaña mientras abría la puerta para salir del auto.

La pelinegra también bajo del auto y siguió a la castaña hacia la puerta.

La castaña abrió la puerta, prendió algunos fotos y dirigió su mirada hacia la pelinegra que aún seguía frente la puerta.

-Toma asiento, no muerdo- dijo la castaña con una sonrisa.

La pelinegra reaccionó a la voz de la castaña para luego asentir y pasar hacia su sala y tomar asiento en el sofá.

¡¿CON ELLA?!  (MilkLove) enemies to lovers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora