Milk es una chica de 15 años que va en la secundaria, es una chica de buen promedio, le gusta la actuación, tanto que se metió al teatro de su escuela, tiene buenos amigos y se lleva bien con todos, excepto por Love.
Love es la chica popular de la s...
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La pelinegra al entrar al cuarto de la castaña se sorprendió por lo espaciosa que está era, ¿Todo esto para un pitufo de 1.50?, pensó la pelinegra mientras recorría con la mirada la amplia habitación.
-¿Que?, ¿Ya estás buscando que te vas a robar?- dijo la castaña con un tono de burla.
-Eres imposible- le contesto la pelinegra mientras volteaba los ojos.
La castaña se dió la vuelta quedando frente a frente con la pelinegra. La pelinegra seguía viendo la habitación así que no se dió cuenta cuando la castaña giro haciendo que chocarán y provocando esto la caída de la pelinegra.
Una risa burlona se escuchó y entonces la pelinegra dirigió su mirada hacia los ojos cafés.
-aght, ¿Por qué te volteaste de la nada?- se quejo la pelinegra mientras se frotaba su golpe.
-Te quería hacer caer- contesto la castaña desviando los ojos con despreocupación -vamos, no seas amargada- dijo la castaña mientras extendía su mano hacia la pelinegra.
La pelinegra no rechazo el gesto y tomo su mano para levantarse. Una vez que ya la pelinegra estaba de pie la castaña se dirigío a su cama y se sentó aún con su mirada fija en la pelinegra -¿Que esperas?- pregunto la castaña.
-¿De qué?- pregunto la pelinegra confundida.
-¿No te vas a acostar?- volvió a preguntar la castaña con una sonrisa.
-Espera...¿T-tú y yo en la misma c-cama?- pregunto la pelinegra nerviosa.
-Claro, ¿O prefieres dormir en el suelo?- contesto la castaña arqueando una ceja.
-No.... Pero, no creo correcto dormir juntas...- dijo la pelinegra desviando su mirada.
En cuento la pelinegra terminó de hablar la enorme habitación se llenó con un gran silencio. La pelinegra no aguantaba este silencio, era demasiado incómodo, tanto que en serio quería salir corriendo de aquel lugar y no le importaba para nada si un rayo la mataba.
Hasta que de pronto la pelinegra sintió una pequeña y suave mano tomarla de la muñeca, la pelinegra el sentir este toque dirigío su mirada rápidamente hacia su muñeca y de pronto sintió un pequeño jalón, al mirar hacia arriba se dió cuenta que la que la jalaba era la castaña.
-e-esper- y antes de que la pelinegra pudiera decir algo la castaña la tumbó en la cama.
-¿Sabés?, no pienso batallar contigo, así que te guste o no dormirás en la cama- dijo la castaña mientras se cruzaba de brazos.
-pero... No te quiero incomodar- contesto la pelinegra e intento levantarse de la cama, lo cuál fue un intento fallido debido a que la castaña la volvió a empujar.
-No es pregunta- contesto la castaña mientras se subía a la cama y se cobijaba con las sábanas.
-¿Segura que no te incómoda?- pregunto la pelinegra temerosa.
En ese momento la castaña que le daba la espalda a la pelinegra se dió la vuelta quedando frente a frente con la pelinegra.
-¿Cuantas veces más lo preguntarás?- pregunto la castaña aún con una cara sería.
-Solo me quiero asegurar- contesto la pelinegra desviando la mirada.
Después de unos segundos la pelinegra volvió a dirigir su mirada hacia la castaña encontrándose con unos ojos cafés bastantes desanimados. Aunque la castaña parecía triste la pelinegra no podía evitar pensar en lo linda que era, claro que quería dormir con ella pero no eran tan cercanas para acerlo, no quería incomodar a la castaña porque la pelinegra sentía que la castaña solo la recibía por educación.
De pronto la castaña se acercó unos centímetros más a la pelinegra mientras tomaba sus manos -perdón si sientes que te estoy obligando- dijo la castaña con una voz suave.
La pelinegra pudo sentir una pulsada dolorosa en su corazón, en verdad dolía ver a la castaña triste y más por su culpa. La pelinegra iba a hablar pero la castaña la interrumpió.
-Pero, por favor, ¿Te puedes quedar está noche conmigo?- pidió la castaña.
Aunque la habitación estaba a oscuras la pelinegra pudo notar que los hermosos ojos cafés de la castaña frente suyo brillaban intensamente. La pelinegra en un impulso de querer alejar aquella culpa que la estaba consumiendo abrazo fuertemente a la castaña.
-No me obligas a hacer nada, solo quiero saber que estás cómoda- dijo la pelinegra reforzando el abrazo.
La habitación se sentía en paz, había silencio pero no como el anterior, este silencio era cómodo; bastante cómodo...
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Una disculpa por hacerlos esperar tanto, en verdad lo siento, y también pido una disculpa por hacer el capítulo tan corto, intentaré estar más atenta a la obra. LQM♡
