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Su encuentro con Aou había dejado una huella profunda en él, y no podía dejar de pensar en el artista. Boom se encontraba ansioso por volver a verlo y descubrir más sobre su mundo, tan diferente del suyo.

Se dirigió al café temprano, con la esperanza de encontrarse con Aou antes de que comenzara la jornada de trabajo. Cuando llegó, el café estaba tranquilo y Aou estaba en la parte trasera, organizando algunos suministros. Al ver a Boom, una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Boom, qué sorpresa verte aquí tan temprano —dijo Aou, dejando lo que estaba haciendo para acercarse.

—No podía esperar a nuestra próxima charla —respondió Boom sinceramente—. Además, me encanta el ambiente de este lugar.

Se sentaron juntos en una mesa al fondo del café, donde podían hablar sin interrupciones. Boom quería conocer más sobre Aou, sobre su vida y su arte.

—¿Cómo llegaste a ser estudiante de arte? —preguntó Boom, interesado.

Aou se recostó en su silla, su mirada volviéndose nostálgica.

—Siempre me ha gustado dibujar, desde que era un niño. Mi madre solía trabajar en una fábrica de textiles, y me llevaba con ella. Mientras ella trabajaba, yo dibujaba en cualquier pedazo de papel que pudiera encontrar. Después de la muerte de mi padre, ella tuvo que trabajar más duro para mantenernos, y yo decidí que quería hacer algo significativo con mi vida, algo que me apasionara. Así que, a pesar de las dificultades, logré ingresar a la escuela de arte.

Boom escuchó con atención, admirando la determinación de Aou.

—Es increíble lo que has logrado —dijo Boom—. Me encantaría ver alguna de tus obras.

Aou se sonrojó ligeramente, sorprendido por el interés de Boom.

—Claro, estaría encantado de mostrártelas. Tal vez puedas venir a mi pequeño estudio un día de estos.

La conversación se interrumpió cuando un cliente habitual del café entró y saludó a Aou con familiaridad. Boom aprovechó la oportunidad para observar a Aou en su elemento, interactuando con los clientes con una calidez que contrastaba fuertemente con la frialdad de los eventos sociales a los que él estaba acostumbrado.

Mientras tanto, en el mundo de Boom, las tensiones familiares seguían aumentando. Su padre, que había notado la creciente ausencia de Boom en los compromisos familiares, decidió confrontarlo nuevamente.

Esa noche, Boom regresó a casa para encontrar a su padre esperándolo en el salón principal. La expresión en su rostro no presagiaba nada bueno.

—Boom, necesitamos hablar seriamente sobre tus recientes escapadas —dijo su padre, su voz tensa—. Estás descuidando tus responsabilidades y eso es inaceptable.

Boom, cansado de las constantes presiones, se enfrentó a su padre con una franqueza inusual.

—Papá, no puedo seguir viviendo solo para complacer a los demás. Necesito encontrar mi propio camino, algo que me haga feliz.

Su padre lo miró con dureza, pero también con una sombra de preocupación en sus ojos.

—Hijo, nuestra familia depende de ti. No puedes simplemente huir de tus obligaciones. Y ese chico del café… no es adecuado para alguien como tú.

Boom sintió un nudo en la garganta, pero no dejó que su determinación flaqueara.

—Aou es una de las personas más genuinas y talentosas que he conocido. No voy a dejar que tu prejuicio me impida conocerlo mejor.

La confrontación con su padre dejó a Boom emocionalmente agotado, pero también más decidido a seguir su corazón. A la mañana siguiente, Boom volvió al café con una nueva resolución.

—Aou, ¿tienes tiempo hoy para mostrarme tu estudio? —preguntó, su voz llena de esperanza.

Aou, sorprendido y feliz, asintió.

—Sí, claro. Ven conmigo después de mi turno.

El estudio de Aou era un pequeño espacio lleno de lienzos, pinturas y bocetos. Boom quedó impresionado por la pasión y el talento reflejados en cada obra. Pasaron la tarde explorando el arte de Aou, compartiendo historias y sueños.

Mientras el sol se ponía sobre Bangkok, ambos sintieron que su conexión se fortalecía. Boom supo que había encontrado algo único y valioso en Aou, algo que valía la pena luchar. Por primera vez en mucho tiempo, Boom se sintió verdaderamente libre y esperanzado sobre el futuro.

Destinos entrelazados | AouBoom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora