"Yo Y Mis Hermanos"

Capitulo 8.

Cuando llegue a un semáforo en rojo le mande un mensaje a Carol diciendo que iría de inmediato a su casa por que teníamos que hablar de un tema muy importante.

Me dirigí a la casa de Carol, estaba algo nerviosa, no sabia que decirle o que hacer, que se supone que debo decir, nunca había estado en una situación así.

Cuando llegue a la casa de Carol, toque la puerta y ella no demoro en abrir.

—Tenemos que hablar.

—Lo sé, Nick me llamó.—Se hizo a un lado para dejarme pasar y luego corrió hasta su sala donde había hecho un especie de fuerte y se escondió.—Dijo que estabas enojada y que si te veía no te abriera la puerta por que me podías golpear

—No estoy enojada, solo dolida.—Carol saco su cabeza del monton de almohadas.—Ademas hablé con Jade y me dijo que te diera la oportunidad para que me explicaras.

—¡Oh dios! Si no estuviera enamorada de tu hermano, besaría a Jade.—La miré enarcando una ceja. —Solo bromeaba, jamas besaría a Jade, es como un hermano.

—Lo mismo dijiste de Nick y mira ¡Llevan un mes y medio saliendo!—Me cruce de brazos.—Por que no me dijiste que estabas saliendo con MI HERMANO.-hago énfasis en lo ultimo.

—Bueno ¿La verdad?—Asentí.—Temía que debiera hacer esto.—Señalo el fuerte.—Pero con concreto. 

—Carol...

—¡Es culpa de tu hermano! ¡Él no quería contarte!

—¿Y desde cuando tú haces lo que te piden?

—Desde cuando me prometen una noche de sexo intenso.—Susurro.

—¡Carol!—Me dirigí a la puerta.—Solo estas haciéndome perder mi tiempo. Me tuve que quedar con Jade.

—¡Espera, esta bien! Te explicare pero no te vayas, solo estoy algo avergonzada.

—Mis hermanos pueden ser algo idiotas y todo eso, pero si estas saliendo con alguno no deberías avergonzarte. Solo yo me puedo avergonzar de ellos.

—Si, tienes razón. No estoy avergonzada de salir con Nick, estoy avergonzada por haber roto la promesa que te hice. Lo siento.

—¿Me puedes explicar como empezaron a salir? ¿Hasta donde yo sabía, odiabas a mis hermanos?

—Te lo puedo explicar.

—Para eso estoy aquí.

—Fue para una fiesta que hicieron en tu casa. Tú y James habian estado jugando beer pong y terminaron muy borrachos. Me dejaste de lado esa noche por que habias roto con Jade y no querias hablar del tema y solo querias olvidar lo que paso. Entonces yo me fui a tu cuarto por que no quería estar abajo sola. Entonces entró Nick por que pensó que era un borracho que se había colado a tu cuarto y bueno amiga, las cosas pasaron muy rapido y yo me acosté con Nick en tu cama.

—¡¿En mi cama?!

—¡Te prometo que cambie las sabanas cuando terminamos! Ademas, yo lo he hecho por ti. ¿Quieres que refresque tu memoria? ¿Cuantas veces se acostaron en mi casa tú y Jade, para que ni James ni Nick se enteraran?

—¡Pero no lo hacíamos en tu cama! Y ¡Jade no era tu hermano!—Le dije al mismo tiempo que me hacía una promesa interna de quemar mi cama cuando llegara a mi casa.—Oh dios, que asco. 

—Claire...

—¿Se siguieron acostando después de esa vez?

—Si... ¡Es que el sexo con tu hermano es tan bueno!

—¡Dios Carol! ¡No quiero saber eso!—Negue asqueada. Carol me miro con ojos de perrito y dijo.

—Entonces Claire, ¿Me perdonas?

—Nick rompió su promesa con James y él esta destrozado. Tu sabes que para James la palabra de Nick es sagrada. Ademas esta el hecho de que no confiaste en mi.

—Nick sabia que esto pasaría por eso no le contamos a nadie, el quería esperar el momento gusto para contarles, por favor Claire perdóname, si no te conté fue por que Nick me lo pidió.

—Si algo me enseño salir con Jade, es que no importa que promesas rompas por amor. Eso siempre va adelante de todo. 

—¿Eso quiere decir que me perdonas?—Asentí y Carol me abrazo con fuerza.—¡Gracias, gracias, gracias! Eres la mejor, te amo.

 —Cambiando de tema, ¿Como te fue en tu cita con Alec?

—Fue algo raro al principio,  no se comportaba como él. Parecía otra persona, pero cuando nos íbamos me insinuó que se quería acostar conmigo y como estoy saliendo con tu hermano, le dije que estaba con la regla.—Sonrió como si hubiera sido la mejor idea del mundo.

—¡Dios Carol! Yo me hubiera muerto de vergüenza.

—¿Que?—Se encogió de hombros.—Tampoco como si hubiera sido mentira.

—¡Carol!

...

Editado.