El destino del diablo y la diosa de ojos verdes se cruza inesperadamente en el oscuro mundo de la mafia. Un encuentro casual desata una atracción tan peligrosa como inevitable, iniciando una serie de eventos que se salen de control.
Lo que comienza...
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Despertar temprano cada mañana se había convertido en mi rutina diaria desde que la alarma sonaba puntualmente a las 5:30. Con el sueño aún nublando mis pensamientos, me daba la vuelta para mirar a mi hermanita Natalia, quien yacía pacíficamente dormida a mi lado. Recordar cómo nuestras vidas cambiaron radicalmente desde que nuestros padres nos abandonaron me llenaba de responsabilidad y determinación. Con apenas 17 años, me vi obligada a hacerme cargo de Natalia, quien solo tenía 9 en ese entonces.
Déjame contarte cómo sucedió esto...
La emoción por su décimo cumpleaños iluminaba su rostro durante los días previos, pero nuestros planes cambiaron una semana antes cuando echaron a Natalia de la casa por mi culpa. Así como lo oyen, ser valiente trae desventajas y consecuencias y esta fue la mía. Pero no voy a negar que al principio estuve feliz y les voy a explicar por qué..
Mis padrastros y la poderosísima familia Miller hicieron un acuerdo en el cual yo estaba incluida sin saber. Ellos habían hecho un contrato para consentir a su hijo único James Miller. En ese entonces Yo tenía 15 y el 18, él me atraía, él era muy guapo, un chico de piel blanca, rubio con ojos miel. Él parecía tan santo que le ofrecí mi corazón, cuerpo y alma y nos hicimos novios. Y ahí empezó mi verdadero infierno.
Los primeros meses fueron los mejores de mi vida, él me amaba y yo a él. El contrato consistía en que yo fuera la pareja de James y mis padrastros recibieran una gran suma de dinero, para comida, ropa y escuela para Natalia incluida yo. Mis padrastros eran muy codiciosos y el dinero era lo que le importaba junto con Natalia. Nunca estuve celosa en esa parte porque Natalia era mi hermana de sangre y odiarla no era una opción. Hasta ahora no se como llegamos a ese orfanato ni quienes eran nuestros padres. Si estaban vivos o muertos.
Desde que mis padrastros nos recogieron de ese orfanato, día y noche me recordaban que no era su hija biológica, que nunca me iban a querer y todo eso. Ellos solo querían llevarse a Natalia, pero los del orfanato los obligaron a llevarme con ellos a la fuerza y ellos aceptaron cuando les ofrecieron unos cuantos billetes. Mi infancia con ellos fueron golpes y lindas palabras como: "Inútil" "Inservible" "Idiota" "Ojala te mueras maldito engendro de mierda" ese era mi favorito el que mas me decían. Al principio me dolía, pero después me acostumbre, ya era rutina. A los trece, encontré varias ocasiones para quitarme la vida. Un suicido limpio, las palabras duelen más que los golpes. Era tanta mi necesidad de suicidarme, que recuerdo muy bien escribir en mi diario diferentes formas de quitarme la vida. Pero ninguna me funcionó porque Natalia siempre aparecía. Y con sus grandes y sus lindos ojos verdes esmeralda me decía que no. Pero a veces imagino cómo sería la vida de Natalia, si mi padrastro me hubiese matado aquel día, si el vecino no hubiera tocado la puerta...
Bueno seguimos, mi relación con James era como en los libros, que la plebeya encuentra a su príncipe azul y viven un cuento de hadas. Desde que escuché el contrato, me alegré porque me alejaría de mis padres y viviría con él. Un poco estúpido de mi parte Verdad . Déjame darte un consejo, por mas que ames a una persona, esa persona no te puede obligar a hacer algo que no quieres. Si alguien en ese entonces alguien me hubiese dado ese consejo algo de mi pasado cambiaria. Retrocedamos un poco en el tiempo, exactamente en ese día. Un día que lo recuerdo como si hubiese sido ayer...
