El destino del diablo y la diosa de ojos verdes se cruza inesperadamente en el oscuro mundo de la mafia. Un encuentro casual desata una atracción tan peligrosa como inevitable, iniciando una serie de eventos que se salen de control.
Lo que comienza...
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A las 5:30 de la mañana, el despertador suena con su tono agudo, sacándome de un sueño que nunca parece ser lo suficientemente largo. Me estiro en la cama, sintiendo el cansancio en cada rincón de mi cuerpo. La habitación es pequeña pero acogedora, decorada con los dibujos y fotos que Natalia ha colgado en las paredes.
Me levanto y voy al baño para darme una ducha rápida. El agua caliente me ayuda a despejarme un poco, aunque el sueño persiste. Me visto con el uniforme del café y me preparo para el día que me espera. A las 6:30 debo estar en el café, así que tengo que ser eficiente.
En la cocina, preparo un desayuno sencillo: tostadas con mermelada y una taza de café negro. Mientras desayuno, reviso mi cuaderno de horarios y echó un vistazo a las cuentas. Cada vez que veo el saldo de mi cuenta bancaria, un nudo de preocupación se forma en mi estómago. Las deudas están acumulándose, y me siento abrumada por la presión de encontrar un trabajo adicional para poder cubrir los gastos. A veces me siento tentada a abandonar la universidad porque no sé cómo cubrir los costos de los estudios junto con los gastos de Natalia.
—¿Es realmente necesario que siga en la universidad? —pienso mientras miro el saldo de mi cuenta. —Si dejara mis estudios, podría usar ese dinero para emergencias, comida y otras necesidades de Natalia. Pero, ¿y si esto es lo que me da una oportunidad a futuro? —me pregunto, sintiendo el peso de una decisión difícil en mi pecho. —No quiero abandonar el sueño de ser arquitecta, pero ahora mismo parece que no tengo otra opción. ¿Cómo voy a pagar el hospital por si pasa una emergencia, la escuela y todo lo que Natalia necesita si no tengo suficiente dinero?
Voy al cuarto de Natalia, que a sus 12 años ya está bastante acostumbrada a nuestra rutina. La encuentro medio dormida, con el cabello esparcido por la almohada y una sonrisa al verme.
-Buenos días, Natalia- le digo con una voz suave para no despertarla de golpe. -Hoy es tu primer día en el curso de verano. ¿Estás lista para tu aventura?-
Natalia abre los ojos lentamente y me sonríe. -¡Sí, Nathalie! Hoy vamos a un parque y después haremos una actividad de arte.-
-¡Qué emocionante!-le digo mientras la abrazo.-Voy a prepararte el desayuno para que tengas mucha energía para tus actividades.
Le preparo cereal con leche y una pieza de fruta. Mientras ella comía, revisó su mochila para asegurarme de que tenga todos los materiales necesarios para el curso: cuadernos, lápices, una botella de agua. Luego, le dejó una nota con las instrucciones del día.
**Querida Natalia,**
1. El curso empieza a las 9:30, así que asegúrate de estar lista a tiempo para que no te pierdas el autobús.
2. Lleva todos tus materiales para las actividades y el paseo al parque.
3. Si necesitas algo, llámame o envíame un mensaje.