𝐅𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 | 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 10

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El sol se sentía demasiado espléndido

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El sol se sentía demasiado espléndido. Era un buen día para beber una taza de té afuera en compañía la armoniosa risa de su hijo junto al cantar de los pájaros.

──Maestro. ──miró el llegar de una joven dama con ropa de la servidumbre. Traía entre sus manos una carta con listón rojo──. Llegó esto está mañana. ──informó y se lo entregó en manos──. La persona que lo trajo nos pidió informarle que intente responder con prisa a ella.

Podía darse a la idea de quién le enviaba está carta.

──Buen trabajo. ──oír un elogio hacía su trabajo generó un leve sonrojo en la joven──. Puede marcharte ahora. ──y sin decir más nada ella se retiró.

Vermouth apreció el como su querido Rafael jugaba en compañía de sus canes en el jardín, rodeado por hermosos arbustos de rosas y demás flores bastante coloridas. Se veía increíblemente encantador. Aquellas rosas eran del mismo tono que sus grandes y brillantes ojos rojos.

──¡Papi! ──saludó el menor acompañado por el ladrido del cachorro de raza lobo, de pelaje negro y cola peluda.
Él también contestó al saludó con una sonrisa y agitando su mano. En serio era tan difícil controlar sus grandes ganas de morder aquellas mejillas suyas.

*Mí hijo es tan tierno* pensó.

Ahora que había cerciorado el estado de su hijo, pasó a darle importancia a aquella carta.

No había sello en ella. Tampoco decía quién la enviaba. Sin duda alguna, era una carta proveniente de ella.

──Dios. ──suspiró mientras debatía de si abrir o no aquella carta. Si lo hacía, no habría mucho que lo tomase por sorpresa o fuera nuevo, sería otra súplica de la emperatriz para verse en secreto. Había creído que con tan solo ignorar una sola de sus cartas bastaría para que entendiera que no estaba interesado más en ella. Al parecer sería todo un reto ignorar a su majestad, la emperatriz.

──¡Atención! ──el repentino llamado de atención tomó desprevenido a Vermouth que derramó té sobre su ropa y también a Rafael; ambos varones vieron hacía la entrada del jardín de la mansión y por ella ingresó su majestad, el Emperador, acompañado por un guardia.

──Grandioso y ahora esté. ──murmuró con fastidio el duque.
Se colocó de pie mientras hacía seña a su hijo de ir hasta él. Rafael corrió hasta tomar a su padre por la pierna izquierda y ocultarse detrás de ella. Su canino también lo acompañó hasta allí, creyendo que estaban jugando aún emitía ladridos hacía su dueño──. Su majestad, sea bienvenido. ──saludó con una sonrisa fingida al monarca.

Edward miró de reojo al hijo del duque. Rafael sentía curiosidad por el emperador, es por ese motivo que no se sintió intimidado por su mirada celeste.
Hills evitó el reír. Sin duda alguna, esté hijo era la clara imagen de su madre. No tenía nada en comparación con el duque...a diferencia de cierta molestia.

𝐅𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 ────the villain is a puppet✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora