𝐅𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 ────the villain is a puppet✓

𝐅𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 | 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 07

El camino que llevaría al Duque y a su hijo hasta la mansión de verano se tornaría en un viaje de aproximadamente dos horas y media, le daba el suficiente tiempo para que Vermouth pensase en la mejor agenda para hacer con Rafael.

Quizás ir de pesca sea un momento único el cual ellos dos puedan hacer. Él aún recuerda su primera vez yendo a pescar con su padre, durante esos días en los que era aún Baek. Fue un día completamente inolvidable porque jamás le podrá ser posible el olvidar siquiera el terrible trauma que le ocasionó el haber caído del pequeño bote hacía la sucia agua de aquel lago.

Sí. Quizás aún sea un poco temprano para llevar a su pequeño a pescar. No desea que experimente un terror así, quizás lo hace más para si mismo que por Rafael.
No es culpa de él tener un inmenso miedo respecto a las grandes masas de agua.

—¡Papi! —reaccionó ante el llamado de su pequeño hijo, Rafael parecía estar tan emocionado con este viaje—. Cuando lleguemos a la casa de verano, ¿qué haremos tu y yo primero?

—En eso eh estado pensando. —contestó. Aún no se le ocurría nada que sea divertido, pero de igual de seguro. Cabalgar a caballo también es una actividad divertida que puede ser hecha por padre eh hijo, pero ¿y si se cae de ese animal? aún peor ¿y si su pequeño hijo cae de ese animal? Definitivamente, esa actividad estará tachada de la agenda de cosas por hacer.
Se le vino a la mente la idea de dar un paseo alrededor, quizás llevar un poco de armamento para cazar aves. Es una actividad un poco fuerte porque involucra el matar animales, pero hasta el momento parece ser...la que posee un poco más de factores a su favor—. Que tal si...¿vamos y cazamos aves, eh?

—¿Cazar aves? —la idea parecía serle muy divertida al pequeño—. ¡Sí, eh práctico mi tiro al arco, puedo mostrartelo!

—¿Tiro al arco? —¿su hijo ya utiliza esas clases de armas tan peligrosas?, ¿cómo eran capaces de darle un objeto de enorme potencial de peligro a las manos de un pequeño niño como él?—. Hijo, ¿acaso entrenas con armas de combate?

—El arco y la espada. —contestó el menor como si fuese la cosa más común. Claro que la repentina sorpresa en Vermouth no pasó desapercibida por él—. ¿Qué sucede?

—Nada. —sucedía algo y ese algo es que quería a si mismo darse una terrible paliza. ¿Cómo un padre y madre son capaces de permitir que su hijo tomé siquiera un cuchillo? Entiende que esta época es uno de los requisitos más importantes, después de todo, las guerras entre territorios deben de estar en su apogeo, pero simplemente no puede hacer a la vista gorda del hecho de que Rafael es un simple niño que de lo único por lo que debe de estar preocupado ahora es de solo jugar y hacer amigos.

Verlo ir a las guerras el día de mañana...será tan difícil para él.

—Gran Duque, hemos llegado. —informó un soldado desde la ventana del carro.
Vermouth cargó en sus brazos a Rafael para poder bajar juntos del vehículo.
La primera imagen que vieron fue una larga fila de sirvientes perfectamente formados en la entrada en posiciones de reverencia ante él. Un hombre mayor estaba por delante de todos ellos.

—¡Sean bienvenidos...! —dijeron todos ellos al mismo tiempo— ¡Maestro y joven maestro!

Toda esta gente había sorprendido al mayor, el más pequeño parecía estar muy acostumbrado a esta muestra de respeto.

—Ah... —la sola pronunciación de una palabra de él hizo tener escalofríos en todos— gracias. —tal agradecimiento generó un enorme sorpresa. El más anciano, que a simple vista parecía ser el que más poder tenía, habló por todos.

—Maestro, nos alegra volver a verlo después de tanto tiempo. —parecía estar forzandose a sonreír—. ¿Ah venido solo usted y el joven maestro?

—Así es. —contestó—. Será unos días entre padre eh hijo.